Mañana montañera

Como está haciendo un frío que pela, la única práctica deportiva aconsejable es la montaña. Tengo ya un mono enorme de bici pero no queda otra. Ander se ha convertido en un compañero estupendo para estas salidas y decidimos darnos una buena vuelta por los montes cercanos que nos llevará toda la mañana.




El primer alto que nos marcamos es la cima del Arnotegi. Tan solo son tres kilómetros y medio desde casa y, en menos de una hora, estamos disfrutando de unas magníficas vistas de todo Bilbao.





Seguimos camino bajando por la vertiente opuesta en dirección al arroyo del Bolintxu. Desde allí afrontaremos la dura subida al Pastorekorta por la canal de la cantera.





La primera parte de bajada la hacemos por una de las numerosas pistas que rodean las faldas de esta zona, siempre siguiendo las indicaciones que marcan a Buia en los diferentes carteles que nos encontramos.




Pero antes de llegar al fondo del valle hay un par de cruces sin señalización. En uno de ellos, junto a una pequeña chabola con cabras, nos vamos a la derecha adentrántronos algo más en el bosque.





Pasamos un par de arroyos y un sendero muy embarrado. La cantera la tenemos a tiro de piedra pero vamos bordeando la ladera y la distancia es mucho mayor de la que parece.




Una vez que llegamos a las ruinas de la cantera, llega la parte más dura de la jornada: remontar la canal hasta llegar a las pistas del Pastorekorta.





Se hace dura esta pared pero también más entretenida. Alejados de las pistas habituales, la sensación de montaña se incrementa al tiempo que la de soledad, ya que las pistas suelen estar petadas de gente.




Llegando arriba nos encontramos con algún que otro mendizale. Al conectar con la pista del Pagasarri, con muchos más.




Las vistas de esta zona del Pastorekorta me encantan. Para estar tan cerca de Bilbao tiene una pinta que recuerda mucho a algunas montañas de otras zonas más abruptas.




Salimos a pistas y la cosa se suaviza mucho. Tan solo nos quedan unos metros para afrontar la pared final del Pastorekorta, un cortafuegos de una pendiente fortísima.




Clavando bien para no resbalar en semejante pared, llegamos a la cima. Lo más complicado de la jornada ya está hecho y solo nos quedan un par de repechos para llegar al Pagasarri. Nos tomamos unos minutos de descanso junto al geodésico.




Camino del Pagasarri, asoman por primera vez el Biderdi y el Ganekogorta formando uno de los perfiles más reconocibles de nuestros montes.



Los dos últimos repechos para coronar el Pagasarri se le hacen algo durillos a Ander. Ya llevamos bastante acumulado y el cortafuegos del Pastorekorta se le ha atragantado bastante.





Con la de veces que hemos venido por aquí y Ander nunca ha hecho cumbre realmente. Aunque sea por una vez, nos acercamos al vértice y a los buzones de la cima.





Rodeados de piedras, que dan nombre a esta cima, hacemos cumbre con la maravillosa estampa del Ganeko a nuestra espalda y las vistas enormes del Gran Bilbao frente a nosotros. Estamos en El Monte de Bilbao y de los bilbainos por Antonomasia.





La bajada la hacemos rapidito para llegar a casa a la hora de comer. Nos metemos por el atajo y llegamos a casa con 21km recorridos. Ander está cansado pero no tanto como otras veces. Sin duda, la constancia le está permitiendo coger un buen fondo para poder disfrutar más de estas pateadas.

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