Una tarde en Lunada

  22 de julio de 2025  

Estamos ya a finales de verano y no he cogido la bicicleta desde primeros de enero, cuando estuve de vacaciones por Murcia y Alicante. He estado algo liado y el tiempo de hacer deporte lo he dedicado al tenis, al cual he estado bastante enganchado durante el último año. El caso es que voy a coger las vacaciones de verano y la idea inicial era hacer más puertos del listado de 1.000, pero claro, antes habrá que subir algo.

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Tengo que ir a Santander para un asunto y aprovecho el viaje para llevarme la bici y subir Lunada, que hace tiempo que no visito. Dejo la furgo en el aparcamiento de la estación de  Liérganes y me preparo para un picaflor de 64km y 1500m de desnivel acumulado. Lo más normal es que reviente.

Voy haciendo kilómetros poco a poco con un dolor de culo de los de época, al que se suma más tarde una sobrecarga en el cuádriceps izquierdo que considero normal, ya que hace demasiado tiempo que no pedaleo. Coincido subiendo con una chica de Lugo que me alcanza poco después del cruce de El Caracol y con la que voy charlando hasta que le digo que siga su ritmo, que yo bastante tengo con no caerme de la bici.

Un poco más arriba me está esperando porque hay un par de perros en el arcén, los cuales dejamos atrás sin que ladren ni una sola vez. Seguimos otro ratito juntos y me quedo a descansar un poco las piernas, que ya no me dan. Así hasta arriba, parando poco a poco para soltar el cuádriceps izquierdo. A dos kilómetros de la cima nos cruzamos y ya sigo por vergüenza, porque me habría bajado con ella.

Corono Lunada disfrutando el dolor. Estos puertos ayudan a soportarlo, solo por llegar arriba merece la pena el esfuerzo. El descenso es molesto con la carretera tan botosa pero se disfruta mucho de las vistas. Es una gozada de puerto. Abajo, me replanteo las vacaciones. He disfrutado tanto que me apetece repetir algunos puertos alpinos y, seguramente, deje el final de Grecia para cuando termine la guerra de Ucrania, que no quiero dejar cabos sueltos en el este de Europa. Cuando vaya, acabaré todo lo que me queda por allí. Me apetece subir de nuevo el col d'Isere, la Croix de Fer, Cormet de Roselend, ...