4 de enero de 2022
Primera salida ciclista de este 2022 y el plan no puede ser mejor, ya que tengo prevista una ascensión a Haza del Lino desde la misma playa de Castell de Ferro.
La temperatura por estos lares es magnífica. Luce un sol estupendo y, a diferencia de lo normal a orillas del Mediterráneo, sin soplar nada de aire.
Hago la salida de Castell de Ferro por debajo de la autopista, siguiendo el curso del seco barranco hacia Los Carlos. Estos primeros kilómetros van subiendo a un 2-3%, perfecto para ir entrando en materia.
Empiezo a meterme en la montaña, camino de la localidad de Rubite, la referencia de esta vertiente. La cosa ya se empieza a poner seria y aparecen las rampas de doble dígito.
Un vistazo atrás permite ver el fondo del valle y lo que se viene a denominar el mar de plástico, con los invernaderos que lo cubren todo.
El paisaje se vuelve inhóspito y agreste en esta región de la Contraviesa. La carretera se adivina siempre por la ladera de la montaña y va serpenteando espectacular.
Poco antes de llegar a Rubite se alcanza una precima con una rampa que supera el 15%, para llegar a la localidad en suave descenso.
Tras varios kilómetros que oscilan entre un 5-8% de pendiente media, se alcanza la carretera que viene de Puerto Camacho. Ya solo quedan tres kilómetros más para coronar en Haza del Lino.
Superada la subida, se vuelven a tener vistas sobre el mar y la carretera serpentea por la vertiente de Polopos. Ya solo queda dejarse caer al Mediterráneo de nuevo.
Aunque son varias las vertientes de este magnífico puerto, con esta creo que ya tengo hechas todas. Sin duda, uno de mis favoritos de la zona.
Finalizo la etapa en la playa, con unos 50km hechos en esta circular. Me apetece pasar un par de días en Granada, así que voy a ir subiendo poco a poco.
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