El oeste de Eslovaquia

  8 de septiembre de 2021  

Ya camino de vuelta, hoy toca quitar dos subidas del centro de Eslovaquia antes de viajar hasta Bratislava, la capital del país, donde hay otra subida corta para completar el día.



La subida a Skalka consta de diez kilómetros al 6´5%, lo que la convierte en un puerto majo. Se inicia en la localidad de Kremnica, que es donde he dormido esta noche.


La carretera viaja entre bosque, con porcentajes que van de menos a más, empezando por un cómodo 5% para ir entrando en calor.


El bosque se va cerrando cada vez más, con arbolado más y más alto al paso de los kilómetros. Al igual que en todas las subidas eslovacas que llevo, por aquí no pasa ni cristo.


La carretera se estrecha notablemente en la palta alta de la subida, ya con pendientes fijas del 7%. Al mismo tiempo, el bosque se pela un poco.


No me acaba de quedar muy claro qué leches es Skalka, si la zona, la localidad de cuatro casas, el centro de relax, .... La ascensión concluye junto a un pirulí de tipo alfiler.


Me desplazo unos cincuenta kilómetros hacia el sur, hasta llegar a la localidad de Svety Anton, donde tiene inicio la subida a Sitno, con sus 7km al 8´5%.


El caso es que la subida parece que va a ir por carretera pero nada de eso, ya que se toma una pista estrecha de esas que van entre praderas pegando escalones, con algunos por encima del 15%.


Como son solo siete kilómetros, estas subidas son de las que más me suelen gustar, ya que no te llevan mucho tiempo y tienen la dureza suficiente como para exigirte.


Se pasa por alguna casa pero la tónica sigue siendo la misma del país y no se ve a nadie por ninguna parte. Me imagino que vivirá gente, pero queda como incógnita.


Para ser solo siete kilómetros, el paisaje es muy cambiante, lo que siempre se agradece. En la parte central hay un descansillo para prepararse para el arreón final.


Un arreón que empieza con un kilómetro al 9% de pendiente media, seguido de otro al 12% y un kilómetro final al 11%.


En la parte alta empiezan a aparecer algunos desconchones, algo de gravilla en la parte central y algún que otro socavón, fácilmente evitables.


Aparecen algunos cartelillos de rutas de bicicleta de montaña en estos últimos tramos y la pista se encuentra cortada para vehículos a motor, incluso con una barrera que cruza de lado a lado para evitar el paso.


Apretando por la dureza final de la subida y por culpa del mal estado del piso, se llega a unas antenas, otras más para la colección.


Terminado este alto de Sitno, toca un largo desplazamiento de 180km hasta Bratislava, al oeste del país, capital bañada por las aguas del Danubio.


Como se trata de una capital, aparco bastante a las afueras para hacer la aproximación en bicicleta y así poder ver algo de la ciudad. La subida a Kamzik es muy corta, solo de tres kilómetros al 8%.


Hay que subir a otro pirulí, pero esta vez entre calles, lo que hace que sea un coñazo de subida. Encima me cruzo con coches y casi no entro, con lo que tengo que andar parando cada dos por tres.


Por suerte, la calle enlaza con una carretera un poco más amplia, también a medida que suavizan las pendientes. A decir verdad, no me está gustando mucho Bratislava.


Y llego arriba sin más historia pero con la batería de la cámara en las últimas, hasta el punto de que tengo que hacer las dos últimas fotos de la subida sacando y metiendo la batería para que exprima la poca carga que le queda.


El resultado es que el regreso al coche lo tenía metido por la orilla del Danubio pero me quedo sin poder hacer ninguna foto porque ya no hay manera de que la cámara encienda de nuevo. Tengo tres baterías de recambio y, siendo tan corta la subida, ni me di cuenta de que estaba en las últimas. Toca desplazamiento de 90km para iniciarme en Hungría, así que pondré una batería cargada nada más llegar al coche para que no se me olvide mañana al salir.

0 Comentarios