Arnostegi de nuevo

26 de junio de 2021

¡Mira que soy cabezota! Fin de semana siguiente y para Donibane Garazi que voy de nuevo para intentar el mismo plan. A ver si a la tercera va la vencida. Se me ha metido en la cabeza hacer la vuelta del Arnostegi más Arthaburu para preparar un nuevo asalto a Europa en el mes de julio. En parte ha sido obligado, ya que era la única zona en la que había buen tiempo, aunque solo para el sábado.




De nuevo la misma historia. Empiezo a subir y la primera rampa es tan dura que empiezan a entrarme dudas. En otro tiempo la presencia de peregrinos es constante y sirve de gran ayuda, pero ya nada parece lo mismo y, aunque me topo con media docena, no tiene nada que ver con la marabunta que era habitual.


Algo no marcha bien en la bici, algo no funciona correctamente. Me detengo por un momento y veo que el núcleo nuevo está bailando un poco sobre el eje, como si tuviera un poco de holgura. ¡Qué desastre!


Intento no pensar en ello y hacer camino. Hace calor, bastante bochorno, algo que se suma a mi falta de fuerzas y endurece más todavía la ascensión.


El puerto está precioso. Llega un momento que doy caza a un francés que sube andando, en uno de los tramos duros que van del km.4 al km.8, la zona más exigente. Como estoy estudiando francés, no desaprovecho estas ocasiones para practicar un poco.


Tras contarle un poco cómo transcurre la subida en lo que le queda de ella, se queda atrás y sigo para arriba. Debo reconocer que un poco mejor que los otros días.


El pico Urkulu (¡hay que joderse que uno de los lugares que más me gusten lleven el nombre de mi secuestrador!) aparece y solo me queda rodar un poco para llegar al collado de Arnostegi.


Me paro a comer algo y a disfrutar de la tranquilidad, de la soledad y de las vistas. Esto es lo que tanto echaba de menos. Me sueno los mocos al aire, con ganas, sin miedo de contagiarles la lepra a unas ovejas que andan por ahí.


No puedo más, estoy cansado. Apenas he hecho un puerto duro y veo que no voy a poder con el otro. Además, me preocupa la piña porque tiene holgura, así que completola circular bajandopor la vertiente de Esterenzubi.

Al llegar al coche suelto el casete y soy consciente de lo que me pasa. Me falta una pieza: el anillo separador del núcleo. No venía una con el núcleo nuevo y creo que tiré el del roto. Como mañana hay previsión de mucha lluvia, no importa, me voy hasta el Decathlon de Pamplona y miro a ver si hay algo que me lo solucione.

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2 Comentarios

  1. Estoy perdido contigo. No sé si esta entrada es la primera desde tu vuelta. Ya me contarás. Q'est que vous fait?...o como se escriba 😀

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    1. Hola Gorgonio. Pues ya no paso tanto tiempo en el blog como antes. Desde 2019 no escribía nada porque tampoco he cogido la bici en este tiempo.
      Tengo pendientes las entradas de este año, a partir de junio, pero irán para rato porque apenas saco un minuto. Irán apareciendo en el ARCHIVO a medida que las vaya haciendo. Si te digo la verdad, me da bastante pereza. A ver si volvemos a la normalidad y dejamos atrás toda esta locura que estamos sufriendo.

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