Reinicio en La Hermida

29 de mayo de 2021  

Año y medio hace que no cojo la bicicleta para subir un puerto. El último viaje a los Alpes fue tan fructífero que decidí tomarme un descanso invernal y, justo en la primavera de 2020, saltó el tema de la pandemia y empezaron los cierres domicialiarios y perimetrales. Lo necesario para quitarme las ganas de dar vueltas en círculos. Ahora que parece que empezamos a ver la luz al final del túnel, es momento de reiniciar.

XTREM

CAT 1

CAT 2

CAT 3

CAT 4

Reinicio en La Hermida

La Hermida

62 km

1200 m+

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He quedado con Teibol mañana domingo, justo como lo dejé. Apenas he salido un día para hacer 60km llanos, hace ya mes y pico. Solo un ida y vuelta a la playa y casi me muero. La semana pasada rodé otros cincuenta kilómetros con Unbe como puerto único y acabé destrozado y con un dolor de culo que lo flipas. Las perspectivas son terribles.

Apenas desciendo unos kilómetros por el curso del río Deva hasta llegar al inicio de la subida a Cuñaba. Es una cota corta pero exigente, lo suficiente como para dejarme tieso.

La primera rampa ya me deja en mi sitio. Para alguien que no tiene ningún rodaje, ponerse de entrada en dobles cifras es una temeridad. Parece que se me vaya a salir el corazón por la boca.

Voy haciendo la subida como buenamente puedo, parando cada poco porque no me da la respiración y las piernas me duelen como si me estuvieran clavando cuchillos. Debo darle gracias a nuestras autoridades por haber puesto en riesgo mi salud confinándome. Déjenme tranquilo que sabré yo qué hacer con mi existencia.

Corono esta dura ascensión a Cuñaba después de dejarme media vida en ella. Apenas cinco kilómetros han bastado para dejarme claro que esto va a ser un reseteo en toda regla. Y en un reset puede pasar cualquier cosa, hasta que la máquina pete.

Tras bajar a Cuñaba y pegarme el calentón de vuelta al alto, la idea es hacer una pequeña circular para volver a La Hermida por el collado de La Hoz a la contra de lo que haremos mañana. Miedo me da.

Lo primero es subir a Merodio, una corta tachuela para cambiar de valle por la parte más baja. A nada de empezar, noto que la bici no va fina. A ella también le está pasando factura tanto tiempo confinada.

Hago cima en esta pequeña cota y veo que el casete está suelto, que el núcleo se ha aflojado. Cancelo la vuelta planeada y decido no arriesgar una rotura insalvable con el collado de La Hoz en medio, así que toca volver al coche y buscar una solución para mañana.