Rodeando a Zagreb

8 de agosto de 2019  

He entrado en Croacia por la ruta de Maribor a Zagreb, con la consiguiente parada en el paso fronterizo para entregar la documentación y todas esas cosas que ya ni me acordaba de que existían en Europa. Es como un regreso al pasado. Duermo en Stubičke Toplice, el inicio de la subida a Sljeme, un puerto de veinte kilómetros al 4%.




Me pego un buen madrugón porque tengo planeado dar una vuelta por Zagreb en cuanto termine este puerto. No me gusta el turismo urbano pero siempre suelo meterme en aquellas capitales por las que ando cerca, por ver un poco la pinta que tienen.


El puerto empieza por unas pistas y acaba desembocando en una sin asfalto, con unos socavones tremendos. Es como un kilómetro que ando entre baches hasta desembocar en la carretera principal, por la que deberían haber metido el track desde el principio. Estas cosas me ponen de una mala baba que no veas. Bastante lejos de casa están estas subidas como para andar con chorradas por subir un poco el coeficiente.


Una vez en la carretera de Sljeme, la cosa cambia totalmente y empiezo a disfrutar del pedaleo. El puerto es bastante inconstante, con kilómetros al 9% lo mismo que otros suaves completamente llanos.


Lo poquito que voy viendo de Croacia no tiene nada que ver con Eslovenia. Hasta hace bien poco formaban parte del mismo país y parecen dos mundos totalmente diferentes.


Las casas que me encuentro están destartaladas y muchas en estado de abandono. Sigo subiendo hasta que en la parte alta sale una pequeña pista rumbo a unas antenas.


Bueno, pues el final ha sido bastante decepcionante, como casi toda la subida. Bajo por la carretera normal y me desplazo hasta Zagreb, ciudad que pasa a ocupar el privilegiado primer puesto de capitales más feas que he visto, por delante de Andorra La Vella.


Muy decepcionante la capital de Zagreb y una sensación de pobreza que contrasta tremendamente con el nivel de vida que se respiraba en Eslovenia. Doy un par de vueltas arriba y abajo por la ciudad sin salir del coche y decido que ya es más que suficiente.


De nuevo regreso a la zona fronteriza para hacer el Trdinov Vrh, un monte bajo que se divisa desde Sošice. Son diez kilómetros al 5% y no me puedo creer lo que veo en cuanto llego al comienzo del track: la subida es íntegra para cabras.


Le pregunto a un paisano que me encuentro por allí si hay alguna forma de subir por buena carretera, haciéndome entender entre gestos, pero me dice que la única forma es por ahí o por una pista que hay por la vertiente eslovena, la cual sí debe de estar asfaltada pero que me obligaría a dar un rodeo que igual me lleva todo el día, total para subir a una mierda de monte que estoy viendo completamente. Son de esas cosas del BIG que nunca entenderé.

Obviamente, decido que le den morcilla y sigo mi plan a por el siguiente puerto del día, ya bastante aislado de por sí y que me va a obligar a pasar la frontera varias veces yendo por pequeñas carreteras de montaña, con los consiguientes controles por parte de los croatas al entrar y salir de su país. ¡ Qué plastas, coño!


Esta vez no me pasa lo mismo y afronto la subida a Strma Reber por su lado más esloveno, aunque ambas vertientes se encuentran dentro de este territorio. Son once kilómetros al 4'5%, con solo un par de rampas de doble cifra sin mayor problema.


El día está igual de soso que los puertos. Me encuentro entre los Alpes y los Balcanes y son montes bajos sin mucha chicha, lo justo para servir de frontera a estos dos nuevos países.


Corono por fin en un rellano que hace de puerto de paso, sin nada que disfrutar. Con otro puerto tachado doy por concluida la jornada, un día en el que he tenido grandes desplazamientos en coche y que ha resultado muy aburrido.


Regreso a por el coche y tengo que volver a pasar por este puerto, descubriendo que la vertiente oeste era bastante más agraciada.


Con el olor del mar Adriático y un ambiente turístico de primer orden, llego a Rijeka. Hay muchísimo tráfico y compruebo que aún hay lugares en los que funcionan los trolebuses.


El primer puerto de mañana está en el otro lado de la bahía y disfruto por un rato de las vistas costeras, siguiendo la carretera que va pegada al litoral hasta Ičići. Es imposible encontrar un sitio para aparcar y para dormir en un lugar tan turístico, con lo que termino subiendo el puerto que tendré que hacer mañana para aparcar en el alto. Ahí no me molesta nadie.


Safe Creative #1007090003507

0 Comentarios