La medida real del Angliru

30 de agosto de 2019  

Acabo de regresar de un impresionante viaje por Los Alpes y en él he podido ascender alguno de los grandes colosos que aún me faltaban en la enorme cordillera europea. Grosse Oscheniksee en Austria y Zoncolan y Punta Veleno en Italia han sido los de mayor coeficiente, por encima de lo que marca el Angliru. Por ese motivo, ahora que los tengo frescos, ahora que subo sin cadena, es un buen momento para acercarse a Asturias y compararlos de primera mano.

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La medida real del Angliru Lena 70 km 2975 m+ IR




He quedado con Teibol en Pola de Lena para matar dos pájaros de un tiro: yo comparo el Angliru y él enlaza este con el Gamoniteiro en una misma jornada. Como de costumbre siempre que rindo visita y quedo con él, aparece con algún colega suyo. En esta ocasión, Nacho será el valiente que se enfrente con nosotros a los dos colosos del Aramo.


Salimos pasadas las nueve de la mañana rumbo a Riosa, con El Cordal como aperitivo para ir entrando en faena. Tal y como ocurrió hace unos días en Orduña, me da bastante vergüenza subir tan fácil, algo que jamás me ha ocurrido cuando me arrastro.


Vamos charlando y en nada estamos en la cima, dejándonos caer hacia Riosa con la vista puesta en la niebla que cubre el Aramo.


Nos tomamos un café en el único bar que encontramos abierto. Riosa parece una población abandonada, sin ningún movimiento. Poco después, iniciamos la subida al Angliru con esta primera parte más cómoda que nos lleva a Via Pará.


Llegando al descanso, la niebla empieza a estar al alcance y las vistas se cierran mucho. Paro para echar un pipí justo antes de empezar con las hostilidades, listo para iniciar mi comparativa.


Siempre es una pena rodar entre la niebla pero baja un aldeano con sus vacas y nos dice que arriba está completamente despejado y que hace un día espectacular. Paso bien las primeras rampas duras y noto que voy muy cómodo en el tramo central.


La salida de la niebla nos regala una estampa increíble con el mar de nubes bajo nosotros. Teibol y yo llegamos a la curva previa a La Cueña y noto que esta ascensión al coloso asturiano se me está haciendo la más fácil de las muchas que ya llevo hechas. He venido de Los Alpes con un estado de forma para las subidas que no es ni medio normal.


La Cueña la paso medio silbando. Apenas noto una subida de pulsaciones importante en la parte final y no me cuesta mucho avanzar en el pico de pendiente máxima. Jamás lo hubiera dicho, pero tras Punta Veleno, creo que el Angliru se me ha desinflado un poquito. La subida italiana me pareció terrible con sus cuatro kilómetros seguidos por encima del 16% de media.


Tras un buen rato en la cima hablando con un padre y su hijo que se han acercado desde Málaga para subir este pepino (porque Punta Veleno me parezca más duro no va a dejar de serlo), disfrutamos de las vistas del mar de nubes en un suave descenso, parando varias veces para refrescar los frenos.


De nuevo en Riosa, volvemos al bar del café para comer algo pero no tienen abierta la cocina y no es posible. Es una pena pero el inconveniente se torna en buena suerte porque un ciclista de la zona nos lleva hasta el club de jubilados, donde podemos comer de cine y muy barato.


Con el estómago lleno tras un plato combinado de un tamaño descomunal, iniciamos las segunda parte de la ruta volviendo a subir el Cordal.


Entre que nos hemos quedado fríos, que el Angliru ya va en las patas y que la digestión reclama su parte del caudal sanguíneo, cuesta mucho ir haciendo kilómetros.


Una vez superado el Cordal, nos metemos por la variante del Cuchu Puercu para enlazar con la carretera de La Cobertoria e ir enfilando el Gamoniteiro.


El calor empieza a apretar de lo lindo y Nacho nos dice que él se va a desviar hacia Pola de Lena en cuanto lleguemos al cruce. Teibol y yo nos vamos a quedar solos para enfrentarnos a las duras rampas que nos quedan aún.


Nos despedimos de Nacho y nos ponemos manos a la obra en el pestoso kilómetro de La Cobertoria hasta llegar al cruce del Gamoniteiro. Vamos sin agua y hace muchísimo calor, así que decidimos tumbarnos a la sombra tras coger el desvío. Ahí nos quedamos hablando durante media hora, tirados a la sombra sobre la hierba. Se está tan bien que empezamos a sopesar la idea de que le den al Gamoniteiro.


Pero ya que estamos ahí, decidimos hacer un esfuerzo final y volvemos a montar durante la mitad del trayecto porque a poco menos de tres kilómetros para llegar nos damos media vuelta.


Eso no quita para que disfrutemos de las maravillosas vistas que tenemos. De vuelta en la carretera, decidimos llegar a la cima de La Cobertoria antes de dejarnos caer hasta los coches.


La prueba ha sido muy significativa. La dureza del Angliru se concentra en La Cueña como punto culminante. Es muy duro pero, en conjunto, Punta Veleno lo es mucho más. El Zoncolan no tiene un punto tan exigente pero la dureza es mucho más constante, con lo que resulta equiparable. Lo que me ha quedado muy claro es que todas estas subidas extremas dependen del momento de forma en el que las afrontes. Todas ellas son durísimas pero la percepción es puntual, muy subjetiva. Sin ir más lejos, el Oscheniksee lo subí silbando y eso hace que siempre lo veo con un puntito inferior que tal vez no tenga.

Sea como fuere, nos hemos quedado sin empalmar Angliru y Gamoniteiro, con lo que ya tenemos otro motivo más para quedar el año que viene. Siempre es un placer rodar con Teibol y más por estos pepinos que tiene su tierra. A ver si Javi vuelve a la batalla y nos acompaña el año que viene.

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6 Comentarios

  1. Javi ha abandonado la bici y me he abandonado

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    1. Venga, que seguro que la pillas en nada con más ganas si cabe. Feliz año!!

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  2. Muy bien de forma te veo yo a ti, que se te han caído los palos del sombrajo con ese repecho que llaman Angliru. Claro, tras esos cuatro kms temibles de Punta Veleno... Fotazas cómo siempre. Me quedo con la que sigue al comentario de la salida de la niebla, con Teibol, supongo.
    ¿Por qué quedó el Gamoniteiro sin coronar?¿Falta de agua?
    Me alegra volver a leerte. Mucho tiempo sin publicar nada.

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    1. La entrada era de agosto y desde entonces no he vuelto a tocar la bici. Acababa de llegar de Alpes e iba sin cadena para arriba. Después de hacer Punta Veleno, Oscheniksee, Zoncolan y demás bicharracos subía el Angliru silbando. Ahora no llegaría a Via Pará. Todo en esta vida es relativo.

      No coronamos el Gamoniteiro porque no era el día. Nos pusimos a hablar tirados en el cruce durante más de media hora y ya no nos apetecía. Hay veces que se disfruta más con otras cosas. Y que lo tenemos ya muy visto.

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    2. Estoy despistado. ¿Cuándo escribiste la entrada?

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