El valle del Isel

2 de agosto de 2019  

Tras la gran etapa de ayer en Chiusa, llegué a Valdaora casi de noche y lloviendo, con lo que me quedé a dormir en el aparcamiento que encontré junto al campo de fútbol. Mi idea era pasar a Austria para hacer los dos primeros puertos de la jornada que parten desde Huben, pero tener que ir hasta allí de día me obliga a ver antes en coche el Staller Sattel, por lo que al ser paso fronterizo decido subir la vertiente italiana para no saber qué me voy a encontrar y hacerlo más entretenido. Eso también me permite empezar a subir antes, porque tal y como está el día de nublado igual es lo más conveniente.




Empiezo a subir este largo puerto en un día gris y me doy cuenta enseguida de que el track del BIG está demasiado estirado, ya que los diez kilómetros que separan Valdaora de Anterselva di Sotto son prácticamente llanos.


A partir de Anterselva son quince kilómetros al 6%, muy suaves también en su primer tercio. Hay niebla baja, la temperatura es bastante fresca y el piso está mojado en varios tramos.


Llego al lago de Anterselva a falta de cinco kilómetros para coronar la subida. Los cuatro últimos son la parte más complicada del puerto, con porcentajes que se mantienen siempre entre el 8% y el 10%.


El piso sigue muy mojado pero no se pone a llover hasta que llego a la parte final, de manera que corono y desciendo rápidamente sin apenas chupar agua. Aún así, he subido bien abrigado porque la sensación térmica en el descenso es muy baja.


Vuelvo al coche y paso a Austria por el mismo sitio, lloviendo en casi todo el tramo que me lleva a Huben, donde aparco junto a unas naves industriales que hay justo al inicio de la subida a Lucknerhaus. Deja de llover en el rato que me preparo algo de comer y empiezo a subir preocupado por el tiempo. El inicio de los veinte kilómetros de que consta la subida es un peldaño de tres al 9%, pero luego vienen diez kilómetros casi llanos hasta llegar a Kodnitz.


En Kodnitz empieza lo duro, con un kilómetro al 11% para abrir boca, antes de encontrar el peaje que impide que suban los coches. En Austria es muy habitual encontrar las subidas de montaña con peajes para los vehículos a motor, lo que hace que sean muy poco transitadas y más disfrutables para la bici.


Llego al peaje y es de esos automáticos, así que no me encuentro a nadie. Esquivo la barrera y sigo subiendo al 7-8-9%. Salvo el kilómetro de bienvenida, tampoco es que sea una subida muy complicada.


Entre que el día sigue amenazando lluvia y las nubes bajas apenas dejan ver nada, el caso es que llego hasta el Lucknerhaus algo aburrido. No es más que un gran refugio de montaña al final del camino, me imagino que al principio de muchas rutas montañeras pero poco interesante para mí.


De nuevo otra de esas subidas en las que reboto en la cima nada más llegar. En el rato que desciendo hacia Valdaora empieza a despejar bastante, algo que me anima mucho para desplazarme hasta Leisach, donde empieza el último puerto que tengo en los planes de hoy.


La subida a Hochstein es dura de verdad, una auténtica pared con sus doce kilómetros al 10´5%. Es el típico muro austriaco, corto y todo tieso. Si encima le sumamos que tiene un kilómetro llano en la parte central, la media de los otros once se dispara.


Por suerte, este tipo de subidas las llevo muy bien, incluso mejor que las largas de treinta kilómetros. Estoy extremadamente fino y el paso de los días me ha dado una forma excelente.


Tras pasar por Bannberg, en la parte central de la subida, el kilómetro llano me prepara para acometer una pared de seis kilómetros en los que no se baja nunca del 12%.


Me vuelvo a encontrar con un peaje en el que hay un paso para bicicletas marcado en el costado que no me obliga a parar, algo que tampoco me hubiera importado demasiado para descansar un poco.


La subida hace tiempo que viaja encerrada entre árboles y no se ve nada. Es de esas subidas que no ofrecen nada más allá de los números, incluso teniendo un final frustrante, ya que se llega a una explanada con un par de coches y santas pascuas.


El suelo está mojado, ha debido llover hace poco, justo antes de llegar yo, así que tampoco me entretengo y tiro para abajo en otro día bastante anodino pero en el que, por lo menos, esta subida final me ha servido de entrenamiento para mañana, cuando me espera el temido Grosse Oscheniksee.

Safe Creative #1007090003507

0 Comentarios