29 de julio de 2019
Poco a poco me voy desplazando hacia el este y ya me encuentro en la región de Trentino - Alto Adigio. He dormido en Carisolo, junto a un cartel de esos de senderismo con rutas en un mapa.
La carretera de Val Genova es estrecha. Se trata de una subida fácil, de 16km al 4´5%, sin sobresaltos. Se adentra en una zona boscosa remontando el curso de un arroyo.
Enseguida llego a una caseta de peaje, lo que indica que algo tiene que haber de interés al final de este trayecto. Como de costumbre, los ciclistas no pagamos y solo tenemos que dar las gracias al pasar.
El arroyo empieza a ser cada vez más interesante y se ven varias cascadas. Hay varias zonas de recreo y muchos senderistas con la mochila a la espalda.
El caso es que sigo avanzando pero la subida es muy sosa. Tan solo la enorme curiosidad por saber qué narices me voy a encontrar sirve para que vaya avanzando.
Hasta que llego a un refugio y la carretera se convierte en pista. Por lo que parece, hay unas cascadas al fondo. De hecho, se oye el sonido del agua, pero como subida es aburrida a más no poder.
Me desplazo a la localidad de Fondo, donde tengo dos subidas juntas: el passo della Mendola y el passo delle Palade. Son dos puertos de carretera sosos, con números bajos, que me imagino que serán algo en el mundo del ciclismo italiano para estar en esta lista.
Decido empezar por el passo della Mendola por ser más corto. Son algo más de ocho kilómetros para salvar 370 metros. Ni el paisaje ni el puerto me suscitan el mínimo interés.
Tras un inicio urbano, me adentro en una carretera que transita entre los árboles, para no ver nada. Hay carteles con los datos de la subida pero son muy extraños, ya que van por tramos sin ningún criterio definido.
Acabo en un puerto con unas buenas vistas del valle opuesto. Hay varios bares, hoteles, ..., y mucho alemán. De hecho, en esta región se habla más alemán que italiano.
Me acerco al mirador y me encuentro a un nutrido grupo de ciclistas cántabros, con muy poca conversación, todo sea dicho. No sé, se comportan como si estuvieran en Liérganes. Viendo que no les apetece cruzar ni media palabra, me despido de ellos.
Llevo varios días por esta zona alpina y las bicicletas eléctricas están siendo una amplia mayoría. Incluso hay zonas de carga en los bares. Para los que nos gusta subir puertos por nuestro esfuerzo, es difícil entenderlas. Para eso subo en coche o en moto.
El passo delle Palade es como su vecino, aunque un poco más largo. Pero aburrido resulta por igual. Llevo unos días bastante decepcionado con los puertos que subo. Se nota que ya hice los buenos de esta zona en mi primer viaje: Stelvio, Gavia, ...
Toca desplazamiento a Merano para subir el último puerto del día. No sé si será mejor o peor pero por lo menos Merano 2000 tiene números de buen puerto, con sus 15km al 8,5%.
La verdad es que enseguida se pone serio, con kilómetros seguidos al 9-10%. Las vistas del valle son espectaculares, incluso de los picos de la zona. Parece que el final del día va a merecer la pena.
En condiciones normales debería ser una subida difícil, pero voy cogiendo tono y hoy tampoco es que haya hecho grandes puertos antes. Prácticamente, solo he rodado un poco.
La segunda parte de la ascensión es un poco más suave, aunque haya varios kilómetros al 9%. Me temo que la estación de esquí o el complejo turístico esté desierto porque no pasa ningún coche, ni para arriba ni para abajo.
Y bueno, se ve un poco de meneo pero viene a ser lo esperado. Otra subida de estas a zonas invernales que no me gustan demasiado. Por lo menos los números han sido interesantes, aunque eso de llamar Merano 2000 a una ascensión que culmina en 1.620 metros decepciona bastante.
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