Contra la prohibición

  28 de marzo de 2019  

Ya hace más de un mes desde que salí del hospital. La resonancia magnética la tengo programada para mañana viernes y no será hasta el lunes cuando me den los resultados. En teoría, me prohibieron hacer cualquier tipo de deporte hasta entonces pero... no he podido esperar tanto.



Me he llegado a caer solo. Han sido un par de veces bajando las escaleras del cole. No me duele nada desde que me dieron el alta pero notaba una debilidad tremenda en la pierna izquierda, no llegando a controlar la rodilla en las bajadas. Me estaba empezando a atrofiar de no hacer nada.


Así que he seguido mis propias sensaciones y he empezado a coger la bici. Lo hice el pasado viernes para ir a pasar la tarde a la playa, con un rodeo de apenas veinte kilómetros para ver cómo funcionaba la cosa.


No sentí molestias, pero sí una increíble falta de fuerzas en el cuádriceps, hasta el punto de cambiar al día siguiente el 11x34 del casete por el 12x36 que tenía en la BTT, aprovechando de paso para coger la cadena de la de montaña que apenas tenía uso.


El resultado fue que el sábado volví a coger la bici con un desarrollo más suave todavía, yendo de nuevo a la playa y regresando a casa dando una vuelta por la ría hasta Bilbao y subiendo Lauro en vez de Unbe. Fueron unos sesenta kilómetros en los que disfruté como un enano aunque llegara a casa fundido.


El domingo lo mismo. Sale otro día magnífico como para ir a la playa y decido hacerlo en bici, esta vez sin pasarme, solo un ida y vuelta para no cargar mucho después del día anterior. Es la Bilbao-Bilbao y me cruzo con infinidad de ciclistas en el poco espacio en el que coincidimos.


El lunes toca regresar a clase y decido hacerlo en bici de nuevo, dejando el coche a un lado de una santa vez. Llevo tres día pedaleando y lo primero que noto es que la pierna ha cogido fuerza al andar y que ya no me tropiezo solo.


Lo cual ha hecho que me haya liado la manta a la cabeza de nuevo y que me haya inscrito en una marcha de montaña para este domingo en Villabona. Será una nueva Aizkardi en la que participe y, tras las dudas iniciales, me he apuntado a la larga, la de 44km y 2500m de desnivel. No hago marchas desde hace casi tres años, así que espero petar a lo grande.


Llevo toda la semana yendo a currar en bici, acumulando ya casi 300km. Hoy también será así. Mañana resonancia magnética y a Villabona, donde tengo planeadas un par de etapas ciclistas para quitarme el gusanillo antes del domingo. El sábado una buena vuelta de 120km y 2500m de desnivel positivo, con cuatro de los puertos más interesantes de la provincia vecina. Si el lunes los médicos me dicen que sigo lesionado, igual me descojono. Si me desaconsejan hacer deporte, igual les mando a la mierda.

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2 Comentarios

  1. Me alegra la noticia, Joseba, pero...sé cauto. Te entiendo perfectamente porque cuando me operaron de hernia discal, estuve tres meses en el dique seco y mis primeros kms en bici tras el reposo, me supieron a gloria. Déjate llevar por sensaciones y a la mínima molestia, para. Espero que todo vaya bien. Te iremos leyendo.

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  2. Ya tenía mono de tus crónicas, jajaja.

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