Con la decisión de liarme la manta a la cabeza para fin de año ya tomada, decido tomarme unos días suaves, haciendo bici para tener la musculatura activada pero sin meter dureza, ni por tiempo ni por desniveles.
Subo Unbe decenas de veces al mes pero la vertiente de Berango no suele ser la agraciada ya que no cuadra muy bien con las rutas. Una vez que estoy en Berango, subir a Unbe es casi como ir para atrás, con lo que, o voy a posta, o no voy. Y hoy es uno de esos días, dando un pequeño rodeo hasta Getxo y subiendo por ahí para no llegar ni a treinta kilómetros.
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