Subidas de Enkarterri

Parece que después de un par de días con el tiempo frío y lluvioso vienen jornadas para seguir aprovechando este mes de noviembre que está resultando muy fructífero para la bici. Repaso un poco el mapa antes de salir y veo que tengo una zona muy olvidada desde hace tiempo, con algunas subidas que no he hecho desde hace años, así que me voy para las inmediaciones de Sopuerta.

XTREM

CAT 1

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CAT 3

CAT 4

Subidas de Enkarterri

Laukiz

135 km

2525 m+

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Salgo pasadas las diez de la mañana para evitar el fresco mañanero en la medida de lo posible, calculando muy bien las horas de luz que voy a tener para no andar con agobios.

Tras subir Unbe y Enekuri, cruzo Bilbao y recorro todo el bidegorri de Olabeaga para llegar a Zorroza y buscar la subida a Argalario por Gorostiza.

Añoro mucho subir Argalario. Han sido muchos años teniendo esta subida como entrenamiento habitual y lo echo de menos. Tal vez por eso, cada vez que me acerco lo disfruto mucho.

No era consciente hasta que he empezado a subir de lo fuerte que sopla el aire. Pega de sur, lo que significa que lo llevo de cara desde que he empezado. Se nota cálido menos cuando me meto en sombras, donde el fresco predomina.

Llego a la zona alta y me encuentro un coche incendiado en el aparcamiento del área recreativa. Ahí arriba sopla el aire de verdad y me cuesta bastante llegar hasta el final.

En nada me encuentro junto al pirulí, disfrutando de las maravillosas vistas que ofrece Argalario, tanto de costa como de interior. Es una subida que me encanta.

Con idea de bajar hacia Muskiz, me dejo caer hasta La Arboleda y tomo el camino de Peñas Negras, coincidiendo con varios grupos de paseantes que están aprovechando el día.

A poco de llegar abajo, conocedor del fuerte viento que voy a tener que soportar en la carretera de Sopuerta, decido meterme por la Vía Verde de los Montes de Hierro para ir más protegido, a pesar de que el piso sea terreno para ruedas gordas.

La pista la conozco de haber pasado varias veces y se encuentra en un estado perfecto para las ruedas finas. Hay gravilla suelta pero está muy compactada y apenas hay baches.

Me salgo de la Vía Verde en el empalme con el puerto de Humaran y desciendo hasta Arenao, parando para comer un plátano en este punto.

Hacía muchísimo tiempo que no subía a Beci por la vertiente de El Carral y es uno de los motivos de este recorrido. Apenas son cuatro kilómetros pero con los dos primeros al 8% y con un trazado chulo.

En la primera parte de la subida voy bien protegido del aire pero, al llegar a la parte alta, me pega de lleno y me cuesta un montón avanzar hasta el cruce de La Herbosa.

En este punto pego un giro brusco, sobre todo al llegar a Traslaviña, donde tomo la carretera de Sopuerta que pasa por Olabarrieta.

Al llegar a Olabarrieta, toca subir a Alén. Son cinco kilómetros al 7,5% que he realizado un montón de veces, ya que es un clásico de esta zona a pesar de que no tenga salida arriba y haya que hacer un sube y baja.

El desnivel acumulado del día va en aumento y me tomo la subida con calma, disfrutando de la buena temperatura que hace y de las hermosas vistas del valle que ofrece.

La pendiente se mantiene constante en un 7-8%. A pesar de la presencia de mucho tronco pelado en esta parte final del otoño, se disfruta de una frondosidad espectacular.

Paso por el pequeño núcleo urbano de la zona media y unos chavalillos me animan y me saludan muy educadamente. Llevo buen ritmo, acorde a los kilómetros que estoy haciendo este mes.

Estoy llegando arriba y voy pensando en la manzana que llevo en el bolsillo del maillot y que me voy a comer junto al frontón.

Esta parte ha cambiado mucho desde la primera vez que subí, cuando estaba todo lleno de escombros y deslucía mucho el final de la subida. Ahora está todo muy cuidado y la casa no da esa imagen de abandono que tenía antes.

Desciendo después de un buen rato sentado al sol. Se está tan bien en el banco que me cuesta ponerme en marcha, aunque la bajada resulta fresca.

Iba a regresar a casa por Muskiz pero me veo con ganas como para meter otro alto y tomo la carretera de Güeñes para hacer el alto de Humaran desde Arenao. Hace un par de semanas lo subí por el otro lado buscando la subida a Taramona y así cierro el círculo.

Humaran es de esos puertos suaves y tranquilos, con una pendiente mantenida del 2-3% donde la dureza la decides tú. Hay algún que otro descanso en sus ocho kilómetros, con lo que la pendiente máxima ronda el 8% en zonas puntuales.

El paso por Galdames lo hago bajo el sol pero enseguida se nubla y la llegada al alto no es tan chula como los dos o tres kilómetros anteriores.

Llego a Güeñes y el nuevo giro hacia Bilbao me pone con el aire favorable lo que, unido al trazado descendente siguiendo el curso del río Cadagua, hace que me plante en Sodupe en un momentito.

Vigilando ya el reloj para ver cómo voy de tiempo, llego a Alonsotegi. Llegando a Castrejana me encuentro con una patrulla de los municipales, justo después de pasar bajo los viaductos de la Supersur.

La carretera está cortada y me desvían por la auxiliar que sigue el curso del río por el otro lado, hasta llegar a Cruces, justo en el extremo del puente de Zorroza. No tenía previsto este desvío pero tampoco me entretiene en exceso, cruzando Bilbao con tiempo suficiente de llegar a casa aún de día.

Enekuri y Unbe vuelven a ser las subidas finales para redondear un desnivel superior a los 2500m, un acumulado que no pensaba que iba a ser tanto antes de salir pero que he disfrutado muchísimo.