Hoy hace un día de esos puñeteros en los que no apetece nada salir a la calle para hacer deporte, así que me voy a limitar a hacer una horita de pesas en casa, escuchando algo de música mientras tanto.
Ya no tengo más peso. He llegado al límite de mi material y tengo que pasar todas las pesas existentes a una mancuerna para explorar mis límites. El caso es que igual me estoy pasando y, tal vez, sea mejor ir más pausado, ya que el peso que meto lo levanto con mucho esfuerzo y llego forzado a la última de las repeticiones de cada serie, sobre todo en algunos ejercicios de hombros en los que sufro más de la cuenta.
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