Lagos de Covadonga desde el mar

Hoy tengo una de esas rutas que, por más que la tenga repetida, uno nunca se cansa de hacerla. He quedado con Teibol en Llanes para que me pase los platos de Javi, ya que él no va a poder sumarse a la grupeta, aprovechando la jornada para subir a los Lagos de Covadonga con la vuelta de las sierras de Llanes (Peña Villa, La Cubeta, Benzúa, ...), pasando por La Tornería y El Torno, dos de esos puertos humildes de Asturias que tanto se disfrutan.

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Lagos desde el mar Llanes 124 km 2740 m+ IR

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He pasado bastante mala noche. Ha hecho mucho frío y la primera noche de un viaje siempre es la peor, ya que no te acostumbras de golpe a dormir en el suelo. Aún así, la ermita del Cristo del Camino es una maravilla para dormir de tirado, con un pórtico fabuloso y en medio del bosque, sin nadie que te moleste.


Hemos quedado a las nueve de la mañana en la playa de Toró. Llego un buen rato antes y me acurruco en unas escaleras, ya que es el único sitio en el que da el sol tan temprano.


Al de un rato llegan Teibol y Marcos, un colega suyo con el que voy a formar la grupeta de hoy. Se preparan en un momento y nos ponemos en marcha, rumbo a Parres.


La Tornería son cinco kilómetros al 8% que van de menos a más. Empieza suave pero va cogiendo pendiente hasta llegar a dos kilómetros finales al 11% de pendiente media. Vamos de charleta y lo superamos disfrutando del paisaje, que es magnífico.


Parece mentira que hace un rato hayamos estado en la playa y ahora estemos disfrutando de este maravilloso entorno de montaña.


Llegamos a la cima de La Tornería y la mañana nos tiene reservada una pequeña sorpresa. Ya luce el sol pero todavía no calienta mucho, con lo que el descenso va a ser bastante más frío de lo que apunta en el alto.


Nos ponemos a bajar disfrutando de las maravillosas vistas que ofrece este puerto y nos quedamos helados al llegar al fondo del valle, al paso sobre el río, donde la humedad nos deja tiritando.


Una vez abajo, conectamos con la carretera que sube a La Robellada. Son otros cinco kilómetros de subida pero mucho más suaves y mucho más sosos, tanto que llegamos arriba y ni me he dado cuenta de hacer alguna foto.


La carretera de Cangas de Onís suele ser bastante peñazo pero vamos en sentido descendente y enseguida llegamos a Mestas de Con, donde paramos a desayunar y nos ponen unos pinchos de tortilla de seis centímetros de grosor que hay que verlos. ¡A saber cómo será la tortilla entera! Luego nos ponemos de nuevo en marcha y nos disponemos a subir la joya del día: los Lagos de Covadonga. Mis compis ya se han quitado ropa antes pero yo iba algo frío todavía y lo hago en la rotonda bajo la santina, quedándome solo en el inicio de la ascensión.


A poco de empezar a subir, se me sale la cadena. Tengo los platos tan pulidos que sucede cada vez más a menudo en las arrancadas y no nos hemos dado cuenta de cambiarlos en la salida.


Voy viendo la luz trasera de Marcos pero no termino de conectar hasta poco antes de la Huesera, donde me vuelvo a detener para echar una meadilla. Mis compis me dicen que ya les cogeré y siguen para delante, sin darse cuenta de que eso puede suceder dentro de mucho tiempo porque empiezo a ir muy tostado del calor que hace a la una del mediodía. Para dormir al raso he venido de largo y ahora lo empiezo a pagar.


Les pillo justo en el mirador de La Reina, disfrutando de la subida todo lo que puedo. Se me ha olvidado ponerme una cinta en el pelo y la melena me asfixia, literalmente. El día está siendo muy caluroso, a la vez que con un cielo limpio y despejado que permite disfrutar de todos los picos.


Esta parte final de los Lagos de Covadonga es espectacular. Esta subida tiene algo especial y, si no fuera porque hoy hay un tráfico asqueroso, el día es ideal para disfrutarla.


Llegamos al lago Enol y toca la parada de siempre, en el mismo punto de siempre, para hacer la misma foto de siempre. ¡A saber cuántas veces habré hecho estas fotos!


Poco después, llegamos al lago Ercina, punto final de la subida. El aparcamiento está repleto y se nos acercan unos zarauztarras para preguntarnos qué se siente subiendo en bici hasta aquí.


Tras pegar un buen trago a una botella de agua fría que ha sacado Teibol, bajamos hasta Covadonga haciendo las típicas paradas que se hacen al bajar. Es lo que tiene ser un puerto típico, que siempre haces lo mismo porque siempre te apetece hacer lo mismo. ¡Y por eso vuelves!


Llegamos abajo y nos vamos a comer un bokata a un restaurante de los muchos que hay en estas rotondas, antes de afrontar la subida final del día: El Torno. Es un puerto fácil, tranquilo y muy chulo. Son una serie de collados enlazados a lo largo de algo más de catorce kilómetros, sin ninguna dureza en todo el trazado.


Tan solo el kilómetro final de la collada del Zardón tiene un poco de chicha, con una punta testimonial del 10% como pendiente máxima.


Se viaja entre bosque, lo cual agradecemos al principio, para luego salir a cielo abierto y empezar a disfrutar de unas maravillosas vistas de Picos de Europa.


Los descansos hacen que este puerto, a pesar de su distancia, no entrañe ninguna dificultad. Subimos suave, saboreando la última ascensión de la jornada.


La parte final es soberbia. El pico Urriellu se alza sobre la línea de montañas del este y esta estampa montañosa contrasta con la visión del mar Cantábrico que se tiene nada más coronar.


Las vistas son tan guapas que nos quedamos un buen rato disfrutando de ellas, antes de tirar para abajo. Nos tomamos una foto de grupo (ver blog de Teibol) y cremalleras para arriba, que seguro que hace fresco en la ladera sombría del norte.


Llegamos a Nueva de Llanes y toca rodar durante un buen trecho de regreso hasta la playa de Toró. El viento ha cambiado y sopla del oeste, con lo que otra vez lo tengo favorable en dos días consecutivos. Bien es sabido que a los ciclistas todo nos da por culo menos el viento, así que el dato es más que interesante.


Pasamos por la playa de San Antolín de Bedón y seguimos por Posada de Llanes, Celorio, Poo, ..., siguiendo la rueda de Teibol que va escopetado. ;-)


Preciosa ruta en un precioso día, como suele ocurrir en estas fechas, algo fresco en sus extremos. Me despido de Teibol y Marcos, con quienes he pasado un día estupendo, y me vuelvo para la ermita del Cristo del Camino para poner los platos de Javi antes de que anochezca. Mañana iba a hacer una ruta por la meseta pero mis compis me han advertido de un cambio de tiempo y los probaré de regreso a casa en una ruta inversa a la de ayer.

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5 Comentarios

  1. El tramo a tope del final es a cuenta de los geles del decathlon, que tienen un peligro...jajaja

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    1. O sea, ¿que reconoces que ibas a tope? jejeje

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    2. HOmbre, si no esos repechos no los subo con el plato a sprint, jaja

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  2. Buenísima compañía en una ruta espectacular. Como decía un montañero, ¿por qué repetimos Lagos de Covadonga?...porque está ahí. Qué subida más guapa...y dura de cojones.
    No me mandes al blog de Teibol, Joseba, pon tú la foto de grupo, coño.
    Preciosa fotos desde El Torno, que no recuerdo dónde está.

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    1. Yo no hice fotos de grupo. Pásate por el blog de Teibol, hombre, que está muy guapo.

      El Torno es paralelo a La Tornería: https://zikloturismo.blogspot.com/2014/05/collado-del-torno-por-corao.html

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