Circular del Alto y Bajo Deba

Fue a finales del mes de abril cuando hice la última ruta más o menos larga y ya han pasado casi más de dos meses, sin darme cuenta. El tiempo vuela y, si no eres consciente de ello, un día te desayunas con la mala noticia de que todo lo ganado se fue por el desagüe, así que hoy me vuelvo a plantear una ruta medianamente decente.

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Circular Alto y Bajo Deba Plentzia 224 km 2750 m+ IR

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Voy a ver si me quito, de una vez por todas, esa idea de hacer 400km este año. Salgo de casa a las dos de la madrugada cargado con diez bollos de pan de leche con embutido de todo tipo, alguna que otra barrita y los típicos recambios de la bici por si fuera menester. La temperatura de 20ºC es tan agradable que se agradece mucho rodar a oscuras, salvo por el bache que me trago a la salida de Larrabetzu que me provoca un reventón en la rueda trasera y que hace que el GPS salga volando y se esconda tras unos matorrales, tardando media vida en encontrarlo porque no se ve una mierda.


No exagero si digo que me tiro cerca de una hora removiendo matojos hasta dar con el puto GPS, que había saltado rebotando unos cincuenta metros más adelante del bache por la gran velocidad que llevaba en este tramo descendente. Por lo demás, la noche transcurre tranquila con la subida final a Barazar, con demasiados camiones como para disfrutar de la ascensión.


Llego a Legutio amaneciendo a eso de las seis de la mañana. Me apalanco en un banco y, aunque se me empiezan a cerrar los ojos, me como un par de bocados antes de ponerme en marcha de nuevo.


Inicio la subida a Krutzeta por esta vertiente suave y enseguida veo que el cielo está completamente cubierto y que la niebla lo tapa todo. Ya había leído en Euskalmet que en el interior había bancos de niebla muy fuertes pero que se esperaba que se disiparan a lo largo del día.


Desciendo hacia Mondragón, donde llego a las siete de la mañana con el cielo totalmente cubierto. Me vuelvo a detener para comer otro bocado y llamo a casa. Amaia me dice que en la costa hace una mañana magnífica y, tras pasar por Bergara, decido modificar mi ruta inicial y prescindir de los puertos de interior para no andar todo el día entre nubes porque no lo soporto.


De nuevo me voy a quedar sin hacer 400km pero es que prefiero disfrutar del entorno a quedarme con la cifra. Desciendo el curso del río Deba, pasando por Soraluce, Elgoibar y Mendaro hasta llegar al desvío de Mutriku por el alto del Kalbario.


La costa está completamente despejada y el sol aumenta la temperatura hasta los 26ºC. No es mucho calor pero suficiente como para que se note cuando llevamos todo el año por debajo.


Con ganas de vislumbrar el mar, alcanzo la cima del Kalbario, puerto por el que hace muchísimos años que no pasaba. Me dejo caer hacia Mutriku, echo cuentas y me salen algo más de 200km si sigo toda la línea de costa hasta llegar a Gernika.


Entro en Bizkaia y aún no son ni las diez de la mañana, con lo que decido tomarme la ruta con mucha más calma o llegaré a casa demasiado temprano, disfrutando de los magníficos rincones que me voy encontrando.


Atravieso Ondarroa con un magnífico aroma a puerto de mar. Ya empieza a hacer bastante más calor y meto todo lo que llevo en la mochila, quedándome solo con el mono sin mangas de triatlón que solamente aprovecho en estas etapas más sofocantes.


Sigo la carretera costera disfrutando de los numerosos tramos sombríos que ofrece y de las vistas hacia el Cantábrico, con el sol a mi espalda. En el tramo que va hasta Lekeitio me cruzo con infinidad de ciclistas.


En Lekeitio hago una larga parada para comer otro par de bollitos y para refrescarme en una fuente, donde casi me ducho. La salida se hace a través del alto de Altika, carretera que parece una autopista desde que la remodelaron hace unos años.


El calor ya empieza a ser insoportable mientras avanzo por la costa. Me meto por el tramo de Bedarona por ir lo más pegado posible al mar, donde una ligera brisa suaviza la sensación térmica.


Desciendo a Ea y me meto por las calles estrechas hasta llegar a la pequeña cala tan característica de esta diminuta localidad. Hay tanta gente que decido no parar y seguir adelante.


La salida de Ea me deja en otra subida: la de Natxitua. Apenas son dos kilómetros y medio pero a un 7% que se agarra bastante. Creo que no he subido cómodo esta tachuela en mi vida. No sé qué tendrá pero siempre me cuesta más de la cuenta.


Paso por Ibarrangelu para dejarme caer hasta la playa de Laga. Iba a pasar por Elantxobe pero no lo hago porque si no voy con idea de meter desnivel no me compensa hacer el ida y vuelta porque no tiene salida fácil.


En Laga me estoy bastante rato, tumbado en un quitamiedos de piedra de la carretera mientras los coches aparcan por donde buenamente pueden. Esta playa es preciosa si no fuera por lo masificada que se pone en un día como este.


Mi camino costero me tiene que llevar a Gernika, siguiendo por Urdaibai. En la playa de Laida no cabe un alfiler, con coches aparcados por todas partes durante mucho tramo de carretera.


En todo el trayecto que va de Laida a Gernika me adelanta una chica con una bici eléctrica en todas las subidas, haciendo yo lo mismo en todos los llanos y bajadas. Son como seis o siete adelantamientos mutuos, por lo que echamos unas risas en cada pasada. Ya en Gernika, paro en los soportales a tomarme un flash fresquito antes de iniciar la subida a Errigoiti y enfilar el camino de vuelta a casa.


Entre parada y parada han ido pasando las horas y ya estamos a mediodía, con lo que el calor es el más fuerte de toda la jornada en los últimos compases de esta subida y se me hace larguísima.


El tramo que va hasta Mungia lo hago parando en cada fuente que conozco para empaparme bien la cabeza. No corre nada de aire y el sol calienta como no lo había hecho en todo el año, con lo que acabo muy sofocado.


Desciendo la última tachuela de Andraka y, nada más llegar a casa, me voy a la ducha de cabeza para darle al agua fresca y que baje mi temperatura corporal rápidamente, bebiendo abundante líquido y comiendo muy ligero. Me apetecía que entrara el verano de una dichosa vez pero ahora ya no estoy tan seguro de ello.

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6 Comentarios

  1. Tremenda ruta.
    Supongo que allí pasará lo mismo que en Asturias en estos días de calor...como ha llovido tanto y está todo tan verde y húmedo, en cuanto sale el sol el bochorno es insoportable.
    Y encima tras dos días de sol las tormentas son brutales. Hoy llevamos desde las 15 con rayos, truenos y lluvia torrencial...

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    1. Por aquí no hace un día bueno entero. O amanece nublado o se pone cubierto por la tarde. Y no es que haga excesivo calor porque no llegamos nunca a los 30ºC, pero el bochorno es una pasada. Eso sí, está todo precioso.

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  2. Lo que te digo, que salir de noche tiene esos riesgos. No me seduce esa idea. Quiero intentar un 300, pero de día.
    Habrá campos magnéticos en Natxitua.
    Para verano, el nuestro, rozando los 40º. Eso sí, sin humedad.

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  3. Olvidaba recordarte la envidia sana que me das al ver esas fotazas de la costa, jeje.

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    1. Me comí un agujero en la carretera que no vi ni estando encima. Tienes razón, voy a ver si me voy quitando yo también de hacer bobadas.
      Esos 40ºC vuestros son terribles. Por lo menos por aquí podemos buscar rutas sombrías para los días de más calor. Siempre te digo que tenéis un mérito tremendo de salir tanto en bici. Dicen de la afición vasca a la bici pero la vuestra... de quitarse el sombrero, desde luego.

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  4. La clave es salir temprano y regresar antes de las 12:00. Los domingos salimos a las 8:00, pero entre semana, salgo a las 7:00 siempre que puedo.

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