¡Madre mía cómo pasa el tiempo! Ya hace dos semanas desde que cogí la bici por última vez. Estoy tan liado que apenas encuentro un rato para salir a dar pedales. Hoy domingo, con una tarde maravillosa, decido visitar Sollube de nuevo.
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| La circular de Sollube | Plentzia | 70 km | 1750 m+ | IR |
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Salgo después de comer con una temperatura por encima de los 20ºC. En la playa hay gente, aunque tampoco mucha para ser un domingo soleado y de buena temperatura.
El aire me sopla de cara el todo el trayecto costero, resultando bastante molesto en la subida a Orabille. En las primeras pedaladas noto demasiado el parón de dos semanas.
Llego a Armintza y lo recogido del lugar hace que la brisa apenas entre y la sensación de bochorno sea mayor, comenzando con la subida a Jata algo sofocado.
La primavera ya ha entrado de lleno y eso se nota en la vegetación, desbordante por estas fechas. La subida a Jata se hace por un pasillo de árboles hasta llegar a la misma cima.
Me sorprende en el cruce de Mungia no ver la carretera cortada y es que ya han terminado con los trabajos de reparación del derrumbe del invierno. Pensaba que iba a ir para más largo. Mejor así.
Llego a Bakio y me detengo en uno de los miradores que hay sobre la playa, justo al inicio de la subida a San Pelaio. Hoy voy a optar por subir por la carretera.
Como es domingo, hay más tráfico del habitual por esta zona; es decir, del inexistente tráfico habitual. Es lo que tiene que San Juan de Gaztelugatxe se haya convertido en un destino turístico de primer nivel.
No hay arcén y me encuentro con tres japonesitas que suben el puerto andando, me imagino que desconocedoras de que tienen el camino de los acantilados solo para peatones y mucho más atractivo que este. Las saludo y como no me responden, incluso agachan la cabeza, sigo sin decirles nada.
Una vez llegado a la altura de la ermita que da nombre al puerto, me queda el último kilómetro al 10% que se agarra con el aire de cara que da gusto. Un ciclista viene justo detrás mío y coronamos juntos.
El descenso de San Pelaio hacia Bermeo lo hago chupando rueda y me quedo solo para subir a Sollube por la dura vertiente de Almike, por donde recientemente han subido los pros en la Itzulia.
Casi siempre paro en la ermita para coger agua pero, en esta ocasión, continúo sin detenerme, enfilando el duro tramo de kilómetro y medio por encima del 15%.
Noto las piernas como rocas, con un fuerte dolor en los cuádriceps. Hace tiempo que no me enfrento a rampas así y eso se nota. Por fin, consigo llegar al desvío de las antenas pero con una sensación enorme de que las patas me van a estallar.
Con ritmo suave, voy superando los kilómetros finales hasta llegar a las antenas. Pensaba que iba a correr más aire por la cima pero apenas lo hace.
Me quedo un buen rato disfrutando de las hermosas vistas de media Bizkaia y desciendo tranquilamente por la vertiente de Larrauri. Tras subir la tachuela de Elordigane, me desvío por Markaida para llegar a Maruri-Jatabe.
Llego a Maruri-Jatabe con esa buena sensación de que la salida se me va a quedar demasiado corta, aunque con las piernas muy cargadas.
Tras la subida a Andraka por esta vertiente, me dejo caer hasta Plentzia y doy por concluida esta salida que, si bien ha sido corta, se queda con un buen desnivel positivo acumulado.
2 Comentarios
¿Km y medio al 15%? Eso es más que la huesera de Lagos.
ResponderEliminarSí, por supuesto. Sollube por Almike es una subida dura. 8km al 8.5%, quitas el primero al 4% y te queda lo que te queda. Lagos es casi el doble (14km) y no creo que tenga mucho más coeficiente.
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