A ambos lados del Isère

He pasado tanto frío esta mañana que ha sido una bendición el traslado hasta Grenoble, aprovechando al máximo la calefacción del coche en este corto trayecto. El día también ayuda y llego con una temperatura que supera ya los 15ºC y con un sol magnífico para acometer los dos puertos que me restan en esta jornada: el col de Porte y la subida a Chamrousse. Ambas ascensiones rondan los veinte kilómetros y se escapan por encima de los mil metros de desnivel, en lo que son dos buenas paredes a ambos lados del río Isere a su paso por Grenoble, una ciudad que me ha parecido preciosa al tener que cruzarla entera.



El centro de Grenoble tiene aparcamiento de pago y tengo que dejar el coche transcurridos un par de cientos de metros de la subida al col de Porte.


Ha quedado un día estupendo para subir puertos. Esta vertiente consta de 16km al 7%, lo que ya es un dato a tener en cuenta. El paisaje no tiene nada que ver con el del Macizo Central, con un verde más propio de esta zona de clima continental y de alta montaña que deja por los suelos la estampa seca que transmite el clima mediterráneo que he dejado atrás.


No puedo calificar a esta subida de alpina, al encontrarse los grandes colosos más internados en la cordillera. Si acaso, prealpina, con las cumbres nevadas enfrente como cuando pedaleas por Huesca y los Pirineos se alzan enormes frente a ti.


El puerto es típico de la zona, con kilómetros no demasiado duros pero que no dan tregua. Lo más intenso son tres seguidos al 9%, justo después de salir de Corenc


La vegetación adorna toda la subida. Es una pena que se dejen de ver las montañas nevadas del principio aunque lo compensa, en parte, la presencia del Mont Saint-Eynard, el cual hay que rodear completamente. En la cima de esta montaña, con un dominio espectacular del valle, se alza el Fort Saint-Eynard. (+ info)


La carretera da una pequeña tregua y va remontando un estrecho valle junto a un magnífico arroyo, camino de Le Sappey.


Atravieso esta bonita localidad y ya solo me restan cinco kilómetros de puerto, siempre con pendientes que rondan el 6-7-8%.


Para completar este variado recorrido, los kilómetros finales discurren entre arbolado, hasta coronar en el col de Porte. Aunque la temperatura haya sido muy agradable en la subida, a esta altitud la temperatura es de 7ºC y me abrigo bien para el descenso.


Vuelvo a Grenoble y toca un pequeño desplazamiento hasta la otra parte del valle, cruzando la ciudad completamente. Aunque solo sean catorce kilómetros, me lleva más tiempo del deseado por el enorme tráfico que me encuentro. Ya en Uriage Les Bains, aparco en un estacionamiento perfecto que hay en la rotonda de inicio de puerto.


Son las tres de la tarde y la temperatura de 20ºC perfecta para acometer esta subida de 18km al 7,5%, un puntito más dura que la anterior, semejante a un Tourmalet invertido en sus números, con lo más duro al inicio y debilitándose con el paso de los kilómetros.


Apenas pasa algún coche pero aprovecho el carril señalizado para ciclistas que hay en toda la subida, tan propio de esta zona. También hay carteles de puerto en cada kilómetro, esta vez con el porcentaje del kilómetro siguiente bien grande, como debe ser. De hecho, es el dato que más interesa en estos carteles.


Los carteles kilométricos siempre son un entretenimiento y hacen que la subida sea más llevadera. Si pasas bien un kilómetro duro, siempre te colman de moral.


Por lo demás, la ascensión me está resultando bastante más aburrida que la del col de Porte, ya que casi siempre carece de vistas al transitar entre un alto arbolado. Eso sí, cuando se abre, el panorama es maravilloso.


Los kilómetros van pasando y se empieza a hacer duro. Estos puertos alpinos acaban machacando poco a poco con esa longitud que no solemos catar en casa.


Con los tres mil metros de ascensión en el día de hoy superados, llego a Chamrousse. Estos finales en localidades de alta montaña son muy aburridos y no me gustan nada.


En vez de descender por el mismo sitio, decido bajar por el lado que tira directo a Saint Martin d´Uriage. De esta forma, puedo ver las dos vertientes de la subida que caen hacia el Isère.


La temperatura a esta cota ha descendido hasta los 4ºC y la vertiente de bajada es mucho más fría que la que tomé de subida. Si lo llego a saber, bajo por el mismo sitio porque llego al coche tiritando ... otra vez. La circular llega hasta los cuarenta kilómetros y esos más de veinte de descenso ininterrumpido me dejan tieso.


Concluyo esta jornada con los tres puertos que tenía previstos y sin mayores problemas. Pero empiezo a sopesar la idea de acortar las dos próximas etapas porque tengo cuatro puertos planificados en cada una de ellas y las temperaturas de mañana y de tarde no las estoy llevando bien. Me he venido de la playa y este frío se me está haciendo excesivamente duro.

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3 Comentarios

  1. Completísima jornada. Grenoble fue mi cuartel de operaciones cuando estuve subiendo los colosos de la zona.

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    1. He buscado Grenoble en tu blog y he releído tus crónicas alpinas. Maravilloso viaje el que hiciste. Tienes que volver al Mont Ventoux pero camino de los Alpes italianos: Fauniera, Agnello, Nivolet, ... Belleza indescriptible.

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    2. Me dejé muchos puertos sin subir en aquel viaje por la presión de mi mujer y mis hijas. Lo recuerdo como algo maravilloso. No sé si volveré por esa zona, que los años pasan y uno se hace mayor sin enterarse. Pero a los Dolomitas tengo que ir si o si.

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