PAMPAM 5: Sabiñánigo - PAMPLONA

No encontraba un sitio para echar la tienda y casi me planto en Jaca. La noche ha pasado muy rápida, he dormido de maravilla. La orientación en la que he dejado la tienda me permite disfrutar de pleno de un nuevo amanecer.




Se está muy bien en la tienda. La temperatura matinal en el lado español no tiene nada que ver de las mañanas francesas, mucho más frescas. Solo hay que ver el verde que tienen al norte y la aridez que sufren en el sur. De hecho, estoy acostado sobre un pajar.



Con idea de poder llegar para comer en casa, me pongo pronto en marcha. Me quedan 130km de etapa hasta Pamplona y no quiero entretenerme demasiado. A Puente La Reina, con terreno favorable en casi todo momento, llego a una hora que me sorprende bastante. Haber estado subiendo puertos con tanto lastre hace que ruede a una velocidad mucho más alta de lo habitual sin que me cueste demasiado esfuerzo.



El embalse de Yesa me llama muchísimo la atención. No recuerdo que hace unos días estuviera tan seco. De hecho, no lo había visto tan seco jamás en la vida.




La única dificultad de la vuelta a Pamplona es el alto de Loiti. Hay una rampita al 9% pero no supone mayor problema.



Ya llegando a Pamplona, me meto por la vía de servicio de la autovía que me termina escupiendo a una pista estrecha que me deja en Tajonar. En la ida fuí por Noain y pensaba acortar algo por este camino, pero nada, al final me han salido los mismos kilómetros.



Llego a Berriozar, ya que es ahí donde he dejado el coche aparcado, a eso de las 14:20, después de haber andado por las calles de Pamplona un buen rato buscando algún chino abierto en domingo para comprar algo de bebida para la vuelta. Por primera vez se está nublando el día. Me parece que he pillado los últimos días posibles de este año en el Pirineo.

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