Euskal Herriko kostaldea

Enmarcadas dentro de la Zazpiak Bat, hoy da comienzo una serie de etapas que me llevarán por los confines de Euskal Herria. Por primera vez, el plan de ruta debe ceñirse a los alojamientos reservados, uno en Hondarribia y otro en Isaba.

Salgo de casa a las 7 de la mañana para encontrarme con Fernando que viene de camino desde Pamplona. Después de subir Barazar, ya de día, me lo encuentro justo antes de llegar a Ubide. Juntos ya, llegamos a Bilbao. Tras parar a comer y hacer un poco de turismo por la villa, subimos Ganguren por Zabalbide para disfrutar de las vistas desde Artxanda.



Bajada por la vertiente del Gallo y seguimos hasta Durango por la N-634. Allí se inicia la ascensión al Puerto de Trabakua, uno de los posibles enlaces con la zona costera.




Tras la cómoda ascensión y mejor descenso se llega a Ondarroa. Solo algún ligero repechín en Berriatua obliga a dar pedales con fuerza.



La costa vizcaína queda atrás y nos adentramos en Gipuzkoa. Terreno llano hasta Deba, donde se inicia la subida al Alto de Itziar, que tampoco ofrece excesiva resistencia.



Zumaia, Getaria, Zarautz, ... son testigos de nuestro paso. El paso por Zudugarai nos deja ya en Orio.



Abandonamos entonces la N-634 que nos ha servido de guía costera pero que cambia su rumbo hacia el interior. La subida a Igeldo, o Mendizorrotz, nos permite mantenernos lo más cerca posible del Mar Cantábrico en nuestro camino hacia Donostia.








Son ya las 7 de la tarde y La Concha está petada. El gentío se agolpa en el Paseo de La Zurriola y las inmediaciones del Kursal. Hoy anda por aquí Julia Roberts para recibir el Premio Donostia del Festival de Cine.




Tras el incómodo enlace con Lezo, ya que hay que meterse por rotondas muy concurridas camino de Francia, comenzamos la ascensión a Jaizkibel. Se hace de noche a media subida y solo algunas luces contrastan con la oscuridad.



El descenso de Jaizkibel vuelve a poner a prueba al GPS. Tengo metido el albergue del Capitán Tximista como waypoint por medio de sus coordenadas pero, como aún no estoy habituado, no lo meto en la ruta, así que no tengo marcado el camino para llegar allí, solo su posición. Una maraña de pistas nos separan de él .. y así, de noche, es imposible. Por suerte, un tipo del Camping Jaikibel se ofrece para guiarnos con su coche.



Gracias a su ayuda, llegamos al molino. Nos estaban esperando. Cenamos una ensalada de tomate, pollo con pimientos y una cuajada, .... ¡y a dormir!

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1 Comentarios

  1. Hola:

    Hay una interesante petición por el bien de la seguridad de los que andamos en bici por Donostia en http://actuable.es/peticiones/hay-convertir-autopista-del-paseo-zorroaga-algo

    Por favor, todo ciclista que lea esto que corra la voz (por teléfono a sus amigos, en su blog, por email, ... como sea). Que no tengamos que lamentarlo después.

    Por la seguridad de todos.

    La unión hace la fuerza.

    Gracias

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    Durante el tiempo que duraron las obras de la carretera del Paseo de La Ribera de Loiola, los nuevos puentes y alrededores se creó una especie de "autopista interior" por el Paseo de Zorroaga. Para ello no se dudó en quitar varios pasos de cebra, pues ya se sabe que el coche es el rey de Donostia, por mucho bidegorri que se haga (siempre en el sitio que sobra, si lo hay, donde menos molestan, claro).

    Para el año pasado ya habían terminado todas estas obras, cosas que se anunciaron a bombo y platillo.

    Desde entonces los coches tienen varios carriles en el Paseo de la Ribera de Loiola, los puentes nuevos, etc.

    Pues bien, han pasado meses y el Paseo de Zorroaga sigue siendo una salvaje "autopista urbana", que llena la zona de peligro y ruido. Hay señales que recuerdan que el límite por la ciudad es de 50 km/h, pero muchos vehículos van mucho más deprisa, pasando de los 100 km/h, como si fueran por la autopista, ya que es lo que parece. Las instituciones públicas dan todo tipo de facilidades para ello. Hay peligrosos adelantamientos que juegan con la seguridad de los vehículos sobrepasados, especialmente cuando se trata de motos y bicicletas, que en un buen tramo no tienen bidegorri para usar.

    Sin esperar más, se deben volver a habilitar los pasos de cebra del Paseo de Zorroaga. Y se debe dejar un sólo carril para los vehículos de motor, con resaltes de obra (no de plástico atornillado, que se esquivan fácil y se rompen pronto), para que se respete el límite de velocidad. El otro carril se debe convertir en bidegorri, para que quede conectado el que va de Balleneros a Anoeta con el que va de cerca del colegio La Salle a Ur-Kirolak.
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