Hoy es domingo y Ander decide acompañarme de nuevo al gimnasio. Está lloviendo y eso hace que nos acerquemos con el coche, con lo que me quedo sin correr un poquito antes y después de la sesión aunque encantado de cambiarlo por su compañía.
Él hace bastante más que yo, que sigo con mis 35' de trabajo en los aparatos de brazos. Eso hace que, para no andar quitando las clavijas de las placas, me anime a subir su mismo peso, con el consiguiente desgaste extra que me supone porque yo no puedo con casi nada. También hacemos un poco de McGyver y conseguimos reparar un aparato que estaba sin pesas, usando unas que había en el suelo como si alguien las hubiera sacado de su sitio. Esto me viene muy bien porque yo solo me limitaba a tres aparatos y ahora tengo cuatro.
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