Comienzo en el gimnasio

Ya llevo viviendo en Laukiz un par de semanas y, entre sus muchas ventajas, tengo la posibilidad de acceder de forma totalmente gratuita al gimnasio municipal solo por el hecho de estar empadronado en la localidad. El único desembolso que he tenido que hacer ha sido una fianza de 15€ por la llave que abre todas las instalaciones, incluyendo el pabellón deportivo donde tengo frontón, cancha de futbol-sala y de baloncesto. Si los laukiztarras no hacen deporte, será porque no quieren.



Tardo como unos quince minutos trotando desde casa, lo que me sirve de calentamiento. El gimnasio no lo puedo utilizar mientras haya cursos, pero solo hay algunos de zumba, yoga y demás un par de horas por la tarde, de lunes a jueves. Si a eso unimos que Laukiz es una localidad diminuta, con una población muy dispersa en caseríos, eso hace que el gimnasio quede prácticamente como uso privado. Ni los fines de semana, ni por las mañanas (que es cuando yo voy) hay absolutamente nadie.

He decidido aprovechar esta posibilidad que me ofrece mi nuevo ayuntamiento para muscularme un poco el tren superior, cosa que quiero desde hace tiempo pero que no termino de hacer por falta de recursos, algo que ahora sí tengo. He empezado con media hora, utilizando solo los aparatos de brazos, hombros y pecho, ya que de cintura para abajo creo que ya hago suficiente ejercicio. Entre ir y volver me sale una horita muy entretenido y espero ser constante.

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