La duración de la carrera de hoy es de una hora exacta y me apetece meter alguna que otra cuesta para ir fortaleciendo la musculatura, ya que hace bastante tiempo que no me prodigo corriendo por montaña. Aprovechando que hace buena mañana, decido ir hasta la playa de Muriola para coger allí un poco de color.
Salgo de Plentzia rumbo a Barrika y voy trotando por todo el paseo de la ría hasta meterme por el sendero oculto del barrio de San Telmo, recorriendo el mismo hasta que termina en el mirador de la ría de Plentzia. Ahí me encuentro con una madre con su hijo pequeño en busca de la cala de Barrika, perdidos entre los senderos, con lo que interrumpo la sesión para acompañarles hasta la salida. Una vez en el alto de Barrika, vuelvo a ponerme a correr por el sendero de los acantilados, llegando a Kurtziomendi y regresando a la cala para tomar un rato el sol sobre la toalla que llevaba a las espaldas en todo el trayecto.
2 Comentarios
Ese gesto que has tenido te honra. Me has recordado un viaje a tu tierra en el que nos perdimos de Bilbao a Castro Urdiales. Al vernos parados consultando un mapa, un paisano tuyo paró y volvió por sus pasos 6 kms para indicarnos el cruce y la carretera correcta, a pesar de que le dije que ya lo tenía claro. Nunca lo olvidaré. Sois muy buena gente.
ResponderEliminarEducación, Gorgonio, sin más. Dicen que los de Bilbao somos así o somos asá, pero si me preguntaran a mi por una característica que destacaría, fíjate, igual decía esa: la educación. Maulas hay en todas partes, desde luego, pero me alegra que te hayas llevado esa buena imagen.
EliminarPIEATIERRA se reserva el derecho de suprimir, por cualquier razón y sin previo aviso, cualquier comentario que considere inapropiado.