Un punto recuperado

El índice de carrera lo tengo por los suelos, habiendo perdido más de un 25% en tan solo tres meses. Allá por el mes de abril me situé en el punto más alto, corriendo con mucha soltura y sin que las pulsaciones subieran apenas, pero ahora mismo la situación es bien distinta, ya que me cuesta correr y enseguida se me dispara la patata.



He estado mirando objetivos maratonianos para finales de año pero no hay nada que me seduzca. El caso es encontrar algo que me permita realizar una planificación diaria como la del otoño pasado, algo que me obligue a salir a correr casi todos los días, aunque solo sea un ratito para hacer series. Ante la falta de un evento que me motive, he empezado a realizar sesiones de fitness que me están resultando muy exigentes. Ya llevo cuatro días y noto mucha mejoría en varios ejercicios que me costaban mucho pero que ya no parecen tan complicados. Por la tarde, segunda sesión con seis kilómetros de carrera por el paseo de la playa, después de dejar la toalla cerca de la orilla para darme un baño al acabar. A pesar del viento, he remontado un punto en el Running Index, lo cual me ha hecho mucha ilusión, aunque solo sea por frenar la línea descendente de estos últimos meses.

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