¡Hay que ver qué pronto anochece ya! Salgo de casa a las cuatro de la tarde para una nueva sesión de carrera de resistencia y el sol está tan bajo que molesta mucho. Me alegro un montón de que el Maratón de Málaga sea el 4 de diciembre y me libre de un invierno de entrenamientos.
Ya no me cuesta nada subir las pulsaciones cuando corro y aprieto un poco. Creo que es lo que más voy a echar en falta cuando deje de entrenar para el maratón. Las piernas han dejado de ser un problema hace varias semanas y puedo cambiar de ritmo a mi antojo, lo cual es una gozada. Si no fuera porque ya estoy un poco aburrido de salir a correr tantos días a la semana, creo que me apuntaría a otra cosa para seguir en esta forma por más tiempo. A ver si consigo algo parecido para la bicicleta.
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