Correr solo no me gusta nada, me resulta muy aburrido. Hoy aprovecho que Amaia va a hacer un recorrido que se ajusta bastante a mi plan de preparación para ir con ella. Va a hacer diez kilómetros y, aunque yo estoy entrenando por tiempos y no por distancia, prefiero hacer eso y saltarme el plan por un día.
Se nota que ella corre a primera hora de la mañana y yo suelo hacerlo después de comer. El fresco matinal y no tener la sangre dedicada a la digestión hacen que las pulsaciones sean más bajas de lo normal, lo que incrementa el Running Index una barbaridad, como en los mejores días. También es cierto que Amaia va a un ritmo muy alegre desde que sale hasta que termina, algo no muy normal en mis sesiones preparatorias, más dependientes de las zonas de frecuencia cardiaca. Estas salidas hacen que tenga más ganas de terminar con esta historia para volver a correr con ella.
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