La vuelta de Mungialdea

Seguimos disfrutando de este veranillo exclusivo. Mientras el agua corre a sus anchas por el resto de la Península Ibérica, por aquí ya empezamos a gastar factor de protección solar. Sol y buena temperatura obligan a aprovechar esta tarde.

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Vuelta de Mungialdea Bilbao 78 km 850 m+ IR

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Salgo a las cuatro de la tarde improvisando el recorrido. Arranco por el Campo Volantín y me inclino por subir Enekuri para ir acercándome al mar.


Con la playa de Plentzia en mente, subo Unbe. Son cinco kilómetros para ascender doscientos metros. El viento empieza a ser bastante fuerte y, como sopla del sur, me toca algo favorable.


Empiezo el descenso hacia Urduliz como si fuera un agente de tráfico. La bajada es muy revirada y no hay arcén, lo que me obliga a ir por el centro del carril por mi propia seguridad. La gente es muy respetuosa y devuelvo la amabilidad dando paso a los coches que vienen detrás de mí.


Llego al río Butrón poco antes de llegar a Plentzia. Tengo pendiente un buen repaso en piragua a esta maravilla. Hace tiempo que lo tengo en mente pero no veo el momento de hacerlo.


No llego a treinta kilómetros y ya estoy en la playa, en la rotonda que hay entre Plentzia y Gorliz. Me como una barrita mientras se empieza a nublar bastante. La temperatura sigue siendo alta pero también noto que baja un par de grados de golpe.


Enfilo hacia Mungia por la subida a Andraka. Este giro me posiciona con el viento en contra y cada vez sopla con más fuerza. Sin llegar a galerna, parece que puede llegar a haber tormenta vespertina.


Desciendo la suave cota de Andraka y me cruzo con un montón de ciclistas. Apenas son unos kilómetros hasta llegar a Mungia pero se hacen duros con el viento de cara.


Camino del alto de Gerekiz, la cosa se pone fea. Me cruzo con un ciclista que, al saludarnos, me avisa de lo que viene por detrás. Echo un vistazo rápido y el nubarrón negro da miedo.


Al girar hacia Morga, la nube ya no es tan fiera. Parece que no va a haber chaparrón y que la tarde se va a comportar. Eso sí, el aire no cesa.


Corono Aretxabalagane y me dejo caer hasta Erletxes. El giro de Galdakao me proyecta hacia Bilbao con un viento de culo que no me deja bajar de 40km/h. Los últimos diez kilómetros van a ser volando y con mucha suerte con los semáforos de la N634. Tan solo me pillan un par de ellos.


Ha sido otra tarde bien aprovechada. Salida improvisada de un par de horas que acaba estirándose porque ni me entero del tiempo. Hacía tiempo que no me quedaba por debajo de mil metros de desnivel.

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3 Comentarios

  1. No se puede ver más en esta ruta, Joseba.

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  2. Una salida más parecida a las del sur madrileño, jeje. Por cierto, el recorrido coincide bastante con la Bilbao-Bilbao.

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