Las buenas sensaciones de esta mañana, yendo muy fácil por ir dopado hasta las trancas, me animan a salir por la tarde para volver a coger la bicicleta después de mes y medio sin dar pedales. Esta semana que viene me quiero ir a hacer puertos a Portugal y hay que quitar carbonilla antes.
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ARGALARIO, ida y vuelta | Bilbao | 40 km | 700 m+ | IR |
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Salgo nada más comer para poder regresar de día, que para las cinco de la tarde casi es de noche. Hace calor, rozando los 23ºC, pero también mucho viento.
Las primeras rampas de Argalario me pasan factura y los gemelos se me ponen a cien. Al mismo tiempo, aunque ya no me ahogo, subo con un ligero silbido en la respiración. El inicio de esta subida es totalmente urbano pero la tranquilidad es tal que puedo oirlo perfectamente.
Llego arriba bastante justito pero en los tiempos de siempre. Da igual como vaya que siempre tardo lo mismo. En cuanto salgo a la zona despejada, el viento racheado es tremendo y estoy a punto de irme al suelo en dos ocasiones.
Una ráfaga de aire hace que las gafas salgan volando. Las tenía en el casco y aterrizan en un matojo cuando ya las daba por perdidas. Con mucho cuidado, bajada hacia Trapaga y vuelta a casa.
3 Comentarios
El día que subas Argalario conmigo, batirás tu mejor tiempo.
ResponderEliminar¿Dopado hasta las trancas? Despéjame la duda.
Imposible. Te iré contando muchas cosas. Argalario es una enciclopedia, jejeje
EliminarAnsioso estoy, jeje.
EliminarPIEATIERRA se reserva el derecho de suprimir, por cualquier razón y sin previo aviso, cualquier comentario que considere inapropiado.