Ésta ha sido una semana muy complicada, con un temporal de nieve de los que no se recordaban. Iba a aprovechar para hacer montaña, con alguna ascensión invernal, pero me lo he pensado mejor porque ahora mismo no estoy en esa guerra y podría costarme cara una salida de ese tipo.
Salimos a correr con una docena de kilómetros como objetivo. Hace tanto frío que hemos aparcado la última tirada larga previa al maratón para la semana que viene. El aire es gélido y me viene una pequeña tos al respirar. Los músculos no entran en calor y hay peligro de lesionarse, así que nos lo tomamos con mucha calma y llegamos a casa locos por entrar en calor. ¡Qué pase esto rápido, por favor!
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