Vertientes de Izpegi

Tengo diseñado un magnífico stage en Iparralde con motivo del octavo paso en la preparación del Mauna Kea, incluyendo la participación el domingo en una marcha de montaña de las de largo recorrido. El problema es, como toda esta primavera, lo que acontecerá con el tiempo. He decidido salir con previsiones de lluvia al 50% y está lloviendo casi desde que salgo de Bilbao.

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Vertientes de Izpegi Baigorri 34 km 920 m+ IR

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No me encuentro bien al llegar a Baigorri. He venido por Tolosa y el paso por varios puertos me ha dejado algo mareado, hasta el punto de haber tenido que parar a vomitar en el descenso hacia Doneztebe. La temperatura es más baja de lo que pensaba y creo que he cogido frío mientras conducía. Además, a mi llegada está lloviendo y no me apetece nada más que dormir, con lo que cancelo la etapa prevista y me tapo con una mantita mientras pego una buena cabezada.


No cesa de llover hasta la tarde, aunque caen chaparradas ocasionales de gota gorda. En lo que parece una buena ventana de sol me decido a ponerme en marcha, aunque solo sea con la subida a Izpegi, tal vez por las dos vertientes.


Inicio la subida con la carretera mojada y, como no me he traído un guardabarros, enseguida se me pone el culo empapado.


Me encantan los puertos con señalización para ciclistas, con las pendientes medias y las distancias restantes kilómetro a kilómetro. Los ocho de los que consta este puerto son constantes al 6%.


El sol aprieta bien en los pocos ratos que está presente y seca la carretera rápidamente. La presencia de la luz descubre un verde alucinante.


Pero como lleva sucediendo toda la tarde, el sol dura muy poco y enseguida se nubla bajando mucho la temperatura. En las zonas sombrías se mantiene el piso mojado.


La segunda mitad de esta vertiente es a cielo abierto y comienza a chispear en cuanto empiezo a ver el paso por puerto allá a lo lejos.


Tengo que detenerme para ponerme el chubasquero a tres kilómetros del alto y con un frío muy fuerte. El viento también sopla con fuerza y es helador.


Algunos claros me dan esperanzas de que esto vaya mejorando pero empiezo a ver peligrar todo el fin de semana. Por de pronto, el primer día ya se me ha esfumado.


A dos kilómetros del puerto de Izpegi, el aire que entra a través del collado me da ganas de darme media vuelta, pero ya que estoy aquí arriba voy a coronar.


En la cima, me tengo que guarecer bajo uno de los tejados de uno de los bares que hay porque mi llegada coincide con el momento de más lluvia. Estoy como un cuarto de hora abrigado con todo hasta que escampa. La vertiente de Erratzu se aprecia despejada y, tonto de mí, decido estirar la salida dejándome caer hasta allí para subir la vertiente navarra de este precioso puerto. Justo antes de llegar abajo empieza a diluviar y no puedo ni sacar la cámara del bolsillo hasta que de nuevo estoy a poco más de dos kilómetros de la cima. 


¡Quién me habrá mandado tirar para ahí con lo bien que estaría ya en el coche!


Desciendo hasta Baigorri pasando mucho frío y, cuando llego a él, decido cambiar un poco los planes del Mauna Kea de mañana. Voy a pasarme a España porque es aún muy pronto y aquí no pillo ningún canal de TV. De paso, meteré Izpegi por las dos vertientes quitando Larrau, que me ha dicho Amaia por teléfono que estaba cayendo una nevada impresionnte en el oriente navarro. El acumulado viene a ser algo menos pero me sobraban metros aunque la distancia se me alargará un poquito.

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