Comienzo hoy este megapuente del primero de mayo y, para no tener que meterme mucha pechada de coche ni tener que madrugar demasiado, me diseño una etapa corta camino de Sabiñánigo.
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| La ruta de los refugios | P. La Reina | 115 km | 1825 m+ | IR |
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Dejo el coche en Puente La Reina de Jaca y me meto por la carretera que va por el valle de Hecho para ascender a dos de los numerosos refugios de la zona: Lizara y Gabardito.
Con un día plomizo y muy amenazante, me desvío camino de Aragües del Puerto. Me daban unos días soleados y esto no empieza demasiado bien.
La carretera se encuentra en obras. Se ve que ha habido desprendimientos y están realizando trabajos de limpieza.
Llego a Jasa tras unos cuantos metros de gravilla que luego tendré que pillar de bajada. Empieza a chispear un poco, más producto de las nubes pegadas a la montaña que otra cosa.
En Aragües del Puerto empieza la subida al Refugio de Lizara con algo más de intensidad. Es una subida muy bonita pero el día no le permite lucir demasiado.
Es la primera vez que subo por aquí con las ruedas en condiciones. La única vez que lo ascendí dejé el coche en el alto y tuve que subir diez kilómetros pinchado.
Con más de medio puerto ascendido, sin pendientes reseñables, un reguero cruza la carretera. Ha llovido tanto que hay agua a raudales por todas partes.
La explanada del refugio supera los 1.500 metros de altitud pero no hay restos de nieve en toda la subida.
Llego arriba sin mucha historia, algo preocupado por lo cubierto que empieza a estar el cielo por todas partes. También hace frío y me tengo que abrigar bien para el descenso.
La bajada es muy fría. Voy camino de Hecho y me siento muy agarrotado. Ya me había hecho ilusiones y vuelvo a estar vestido de largo, algo muy incómodo para las rutas que tengo planeadas estos días.
Los pequeños repechos que hay llegando a Siresa me hacen bastante pupa. No llevo demasiados kilómetros ni mucho acumulado y no me encuentro nada bien.
Una vez que Siresa queda atrás, la carretera se estropea bastante y recuerdo lo mal que estaba la subida a Gabardito. Voy con idea de llegar a ella y, si está como estaba, dar media vuelta.
Un desvío indica el camino de bajada hacia el río, desde donde se empieza la subida.
Y los primeros metros no auguran nada bueno. Hay un par de baches pero recuerdo que eso estaba peor. Algunos están tapados por una capa de alquitrán de ese que abunda por las carreteras de la meseta.
Sin duda, la carretera está reparada. Continúo para arriba con la esperanza de que siga así.
Pero, para mi sorpresa, no solo está parcheada sino que se encuentra perfectamente asfaltada. Un piso liso y nuevecito contrasta con las trincheras que me encontré la primera vez que subí por aquí.
Para disfrutar aún más del nuevo piso, sale un poco el sol. Las fotos lo agradecen y yo más. Las zonas sombrías son muy frías y se agradece el impacto de los rayos.
Esta vez sí que me acerco hasta la puerta del refugio en vez de quedarme en el aparcamiento de la zona alta. No hay prisas, no tengo nada más para hoy, así que me tomo un tiempo para el relax en la cima.
De vuelta al coche, casi llegando a Puente La Reina, comienza a llover. No me hace ninguna gracia y me entran muchas dudas pero, ya que estamos aquí, me acerco a Sabiñánigo y busco un buen sitio para dormir. Mañana más.
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