A quemar el turrón

Se me ha caído uno de los objetivos que tenía para el año 2.013 y, por ello, voy a variar un poco la planificación de la temporada. El Extreme Man de Salou, que cubría distancias Iron Man, ha recortado su propuesta a la mitad y ya no me interesa pagar una inscripción para un reto que no me parece tal. Para esas distancias ya tengo el triatlón de Getxo o de Bilbao y, pensándolo bien, como no me parecen distancias del otro mundo, prefiero invertir esos cien euros en material. A cambio, tendré que planificar un Iron Man Independiente, tal vez en Plentzia, que tengo cogida la distancia en el agua y no necesitaría ayuda de nadie en esa posta.



Este giro en las prioridades me ha dejado bastante desmotivado para la piscina y me cuesta mucho ir en estas fechas. Prefiero aprovechar el tiempo para hacer buenas salidas de fondo por montaña que me vienen mejor para el trabajo de resistencia. Aún así, no quiero dejarlo pasar mucho tiempo y, como ya han transcurrido tres semanas desde la última, hoy toca vuelta al agua.

Y nada mejor para regresar que una sesión doble. Esta mañana hemos tenido salida montañera y me conformo con hacer mil metros de natación por la tarde. Hay que hacer lo posible por quemar rápido tanto turrón que los excesos no son nada buenos. De hecho, llevo un par de días con mucha pesadez y casi con remordimientos de conciencia. Con lo mucho que cuesta coger un punto de forma tan bueno como el que tengo y lo poco que hace falta para destrozarlo.

- 20 x 1 (50 m). crol.
Total: 1.000 metros

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