Hoy tenemos la última prueba antes de la Medio Maratón de Madrid de dentro de un par de semanas. Amaia ha planificado realizar la distancia completa por el duro trazado de los acantilados de Algorta y, como va siendo costumbre, decido acompañarla. Los 300km de ayer se notan y comienzo a correr con las piernas muy doloridas.
Salimos del aparcamiento del club deportivo y, para hacer distancia, seguimos rumbo al Puente Colgante. Entre ir y volver son más de cuatro kilómetros que me sirven para comprobar que hoy las voy a pasar muy putas.
En el puerto viejo de Algorta subimos las escalinatas hasta la parte alta, lo que agradezco enormemente. Llevamos algo más de cinco kilómetros y las piernas las tengo que echan humo. La subida hasta Aixerrota me cuesta un huevo y parte del otro. Amaia, mientras tanto, ahí va tan pichi. Parece que ya tiene el punto de preparación necesario para hacer la medio.
Llegamos al búnker de Azkorri con más de 12km en las piernas. Son continuas subidas hasta llegar aquí y los cuádriceps me están a punto de estallar. La brevet de ayer está pasando ticket y espero que no se lo cobre. Mientas tanto, una que va silbando. Llevamos un ritmo constante que nos permite ir charlando, el mismo ritmo que nos marcaremos en la medio para poder hacerla disfrutando del ambiente.
La vuelta es casi todo cuesta abajo. Tan solo hay tres repechos fuertes, sobre todo el de Punta Galea, pero la cabeza trabaja favorablemente de vuelta al puerto. Hoy tengo más trabajo de cabeza que de piernas.
Llegamos al puerto deportivo justo con 21km. A dos semanas vista, Amaia ya se ha hecho la distancia y tiene la suficiente preparación como para disfrutar en los madriles. Mientras tanto, yo bastante tengo con no haberme roto. La prueba final ha sido todo un éxito.
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