Jornada chunga la que hemos pasado hoy, tanto Amaia como yo. Tal vez por el frío, tal vez por la humedad, tal vez por la suma de ambas, pero qué mal. Los dos hemos corrido con un agarrotamiento muscular muy fuerte.
Desde el primer instante, no ha parado de llover. Como vamos bien vestidos, la sensación térmica no ha sido excesivamente baja, pero creo que hacía más frío del que sentíamos y muscularmente lo hemos pagado. Faltos de ritmo, hemos conseguido completar una vuelta digna de nueve kilómetros, aunque con más pena que gloria.
Para mañana, tengo intención de hacer algo de bici... aunque llueva. No quiero que se alarguen demasiado los tiempos entre salidas que cuesta mucho coger un poco de forma para dejar que se escape sin luchar. Habrá que pelear un poco contra las inclemencias.
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