... y XII Xtreme Finaga por la tarde

Y por la tarde, una carrera popular por montaña con una distancia que supera los trece kilómetros y medio: la XII Xtreme Finaga que organiza un club de triatlón de Basauri. Andaba buscando marchas montañeras pero, en esta época, no suele haber muchas. Y las que hay tienen un coste de inscripción que considero inapropiado y que no estoy dispuesto a asumir por andar por el monte "a mi bola" así que, siendo esta prueba gratuita y saliendo casi de casa, me inscribí hace unos días.




La gente no para de dar vueltas de calentamiento al campo de fútbol. He pasado tantos años en campos como este que me entra un poco de morriña al ver las porterías y no puedo evitar dar una vuelta yo también, pero con un objetivo muy diferente al de los demás. A eso de las 16:25, a cinco minutos de comenzar, el speaker nos reúne a todos en la salida y se marca una charla muy divertida:
Estamos en noviembre, la salida está programada para las cuatro y media y anochece muy pronto así que, por motivos de seguridad, a los que lleguen al alto de Gaztelu sobrepasados los cincuenta minutos se les desviará por un recorrido alternativo y habrá que descalificarlos así que, para que todos podáis acabar la prueba... ¡apretad el culo! Luego, al llegar a meta, habrá una bolsa de obsequio. En la bolsa hay lo que hay, y la inscripción es gratis, así que no quiero quejas, ¿vale?
A mi me parece cojonudo, como si no nos dan nada. Total, casi nunca sirven para nada los obsequios que nos dan en otras organizaciones para justificar el desembolso de la inscripción. Con todo ello, dos minutos antes de la hora para ganar tiempo a la noche, salimos los quinientos participantes.



Dan la salida y la peña sale disparada. Aún no he hecho la primera curva de la pista y ya hay gente saliendo del estadio. Cuando llevo cien metros recorridos, noto que tengo las piernas un poco agarrotadas de esta mañana. Han pasado unas cuantas horas y, aunque no tenía cansancio, ahora las noto pesadas. Espero que se me despierten rápido.



El inicio por asfalto nos lleva hasta San Miguel y subimos por la empinada calle de Arteagoiti. Lo más importante para mí es sentir que no siento que voy con las nuevas zapatillas Salomon de Trail que me he comprado y que la carrera con ellas me resulta comodísima, a la altura de las zapatillas Nike de running que llevo siempre.



Nos desviamos por una pista y, como todavía estamos en la parte inicial del recorrido, la estrechez hace que no se pueda pasar ni ser pasado. Intento ir haciendo alguna foto pero no me resulta fácil hacerlo sin tropezar.



En un pequeño claro, me aparto un poco para no estorbar mientras saco una imagen de Basauri que, en apenas un par de kilómetros, ha quedado muy abajo.



La pendiente se endurece mucho y la pista se estrecha aún más, hasta el punto de que hay que ir andando un par de veces porque se producen parones repentinos por delante. En el km.4 ofrecen botellines de agua pero, como la prueba es gratuita, no esperaba que hubiera avituallamientos y llevo mi propio bidón.



La llegada a Malmasín es lo mejor de toda la carrera. Para uno de Bilbao, ver Bilbao es lo mejor que hay. Se inicia el primer tramo descendente y empiezo a perder posiciones rápidamente. He subido muy bien pero ando con mucho tiento en la bajada. No tengo costumbre de correr cuesta abajo.



Además, cada vez hay menos luz y prefiero andarme con cuidado. Me gustaría sacar más fotos pero tropiezo dos veces y no es plan de dejarse los dientes en una piedra.



Volvemos a subir en una de las muchas pistas que hay en la parte alta del parque de Ollargan, en las laderas del Malmasín. Llegamos a mitad de la prueba y ya me empiezan a doler un poco las patas. Sin duda, los kilómetros matinales me van a pasar factura.



Por suerte, en este tramo nos vamos separando unos de otros y se puede correr con más comodidad pero sin hacerlo tanto como para sentirnos solos. Me está resultando muy divertida la experiencia de correr en montaña con tanto cambio de superficie. Lo mismo vamos por asfalto que por cemento, por grijo, hierba, tierra, ...



Otra pequeña subida en el km.8 y las piernas ya no son las mismas que antes. Y la luz tampoco. Casi todas las fotos me salen muy desenfocadas. En este punto hay un nuevo avituallamiento con botellines de agua pero, como aún me queda medio bidón, tampoco cojo nada.



Camino del Gaztelu veo que, mientras algunos van avivando el ritmo de carrera, el mío va para atrás y me voy distanciando más del grupo. La falta de entrenamiento se tiene que pagar sí o sí.



Los pocos metros de subida a la cima del Gaztelu son muy empinados y doy caza a un par de chicos que van andando. Como el sendero es estrecho, me espero hasta la pista de vuelta para poder adelantarles.




A uno le puedo pasar, al otro ni lo huelo. Empieza el descenso pronunciado y no tengo ni técnica ni ganas de bajar tan rápido con la poca luz que tenemos. En esta parte, me terminan de pasar mogollón de corredores que han dosificado bien para la parte final. Veo como tropieza y cae una chica delante de mí y, como ya no salen bien las fotos, decido guardar la cámara y centrarme en la bajada hasta San Miguel.

Los dos últimos kilómetros se me hacen muy largos. Me pasó lo mismo en el maratón nocturno y en el km.25 parece que tengo el punto de inflexión dado mi nulo entrenamiento para estas cosas del correr. Toca poner ritmo de supervivencia y seguir hasta meta.



En meta hay un par de personas tomando tiempos y anotándolos en el ordenador. Al pasar me dan la bolsa de obsequio con un botellín de agua y una cocacola. Bueno, y un CD promocional de Metro Bilbao. Más que suficiente para una perfecta organización gratuita.

Ya llevo alguna que otra carrera popular acompañando a Amaia y esta ha sido mi primera carrera en solitario si no contamos el maratón nocturno. Se me ha hecho raro no entrar en meta con ella y más cuando veo llegar a una pareja que deben ser los últimos en hacerlo. Por lo demás, correr por montaña me atrae más que hacerlo por asfalto, me parece más divertido y mucho más duro. Creo que repetiré.

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2 Comentarios

  1. ejemm....menos mal que odias correr, porque si no empezaria muy seriamente a preocuparme.
    Muy chula la carrera.....

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  2. Has despertado a una bestia que estaba dormida. Tú eres la culpable, jejeje

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