Puertos de la Costa del Sol

El día amanece encapotado, aunque hace bastante calor. La subida al Refugio de Juanar, previo paso por el Puerto de Ojén, la inicio a la salida de Marbella, una vez pasado el tramo de autopista.

Los primeros kilómetros los hago lloviendo, aunque poca cosa. A primera hora, apenas circula nadie por esta carretera que, en la parte inicial, dispone de carril para vehículos lentos y todo. Una vez abandonada esta vía en el desvío de Ojén, la cosa cambia totalmente.




La soledad es total en este segundo tramo. Sin mucho desnivel, practicamente llaneando, se cruza el pueblo. Es al pasarlo cuando se reinicia la subida hasta conectar de nuevo con la carretera principal y coronar el Puerto de Ojén.




Tras unos metros de descenso por la carretera principal, ahora con algo más de tráfico, se gira a la izquierda rumbo al Refugio de Juanar. Tampoco hay pendientes reseñables en estos cinco o seis kilómetros finales, pero el entorno es mucho más agradable para transitar en bicicleta.



Un final cerrado nos deja en el refugio.




Descendiendo se cierra mucho la niebla y comienza a llover, hasta el punto de que la visibilidad es escasa hasta el Puerto de Ojén.



Despeja totalmente mientras desciendo hasta Marbella, lo cual aprovecho para disfrutar del paisaje costero en el traslado a Benalmádena.






Ahí, en Benalmádena, se inicia la subida al Cerro del Moro, siguiendo la carretera que lleva a Mijas.



Un par de repechos nos dejan en un alto y se desciende para pasar la autopista nuevamente. Tan solo al tomar el desvío a las antenas (que yo me pasé medio kilómetro) la subida se pone interesante, con porcentajes mantenidos cercanos al 10% hasta coronar en un final bastante duro.








Las vistas de la Costa del Sol son estupendas, con Benalmádena y Torremolinos debajo ...



... y Málaga un poco más allá.



Para subir a la Ermita de las Tres Cruces me tengo que desplazar a la Estación de Cártama y, por evitar meterme en Málaga, lo hago por el Puerto de Pescadores y Alhaurín el Grande. La subida es una castaña tremenda llena de subes y bajas, uno detrás de otro, fea a más no poder.





El final ya es la repera. Una sucesión de toboganes, que te hacen pensar en lo duro que va a ser el descenso, te deja en la ermita. Luego, bien es cierto, se desciende con total normalidad. La inercia y la gravedad son dos fuerzas amigas.




Las vistas dejan bien a las claras el poco verde que se podrá ver de aquí a Almería.



Safe Creative #1007090003507

2 Comentarios

  1. ¿De cuando ha sido la ruta?

    He estado por esa zona casi todo el mes de Junio y como me desconecto del cibermundo cada vez que salgo del estudio,...

    ResponderEliminar
  2. De diciembre de 2009. Volví con más de 3.000 fotos y las voy metiendo poco a poco. Todavía me quedan un motrollón.

    ResponderEliminar

PIEATIERRA se reserva el derecho de suprimir, por cualquier razón y sin previo aviso, cualquier comentario que considere inapropiado.