Ya ha pasado una semana desde el último día que salí a correr y decido ponerme a ello a las seis de la tarde de una buena jornada de playa. Las expectativas no son nada buenas y se confirman nada más empezar.
Pensaba que no se podía empeorar más pero veo que el pozo tiene fondo de sobra para seguir bajando el Running Index, que ya empieza a dar pena verlo. Aunque las sensaciones no han sido nada malas mientras corría los seis kilómetros de la playa, al llegar a casa y revisar los datos me he dado cuenta de que estoy perdiendo capacidad de carrera a pasos agigantados. Ahora no puedo ponerle remedio pero, en cuanto regrese de Alpes, habrá que solucionarlo.
0 Comentarios
PIEATIERRA se reserva el derecho de suprimir, por cualquier razón y sin previo aviso, cualquier comentario que considere inapropiado.