Circular de Los Machucos

Este jueves he quedado con Javi y Teibol para hacer una buena ruta por Cantabria y, como hemos puesto Liérganes como punto de salida, decido acercarme un par de días antes para ir calentando porque, últimamente, estoy un tanto vaguete y me vendrá bien rodar la maquinaria.

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Circular de Los Machucos Liérganes 56 km 1525 m+ IR

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Llego a Liérganes muy por encima del mediodía y planto mi cuartel general en el aparcamiento de autocaravanas que hay junto a la estación de tren.


Cruzo el río Miera y me meto por la carretera del puerto de Lunada con el objetivo de hacer Los Machucos por La Pedrosa. El jueves tenemos planeado hacer la subida por Bustablado y la última vez que vine el piso estaba muy estropeado, con lo que me apetece comprobarlo.


El puerto de Lunada es atractivo desde el primer metro y me dan ganas de subirlo entero, pero lo tenemos como plato principal de la ruta del jueves, así que me limito a disfrutar de estos kilómetros.


Voy ganando altitud muy lentamente, dada la escasa pendiente que hay hasta llegar a San Roque. En un momento dado, se oye un trueno en la lejanía. He salido de casa con previsión de tormenta vespertina y tengo la esperanza de que me de tiempo a terminar este corto recorrido.


Sigo avanzando, paso por Mirones y veo que las nubes empiezan a descender con cierta velocidad. De salida había bastante luz pero está oscureciendo mucho.


En el altillo de Ajanedo me da por echar una mirada para atrás y en la costa se ven amplios claros, contrastando con el cielo gris que tengo por delante.


Apenas me quedan unos metros para llegar al inicio de la subida a Los Machucos cuando dejo a la derecha el desvío de La Estranguada. No tenía plan para mañana pero lo acabo de visualizar.


En La Pedrosa hay festejos, lo que hace que reciba muchos ánimos de la gente que me ve pasar. Enfilo el tramo cementado y uno me dice que solo es un kilómetro y luego ya está hecho, a lo que le replico que no me engañe entre risas, que lo conozco bien.


Tras esta primera rampa donde se alcanza el 20%, se da paso a un firme nuevecito en el que la pendiente no cesa mucho, dejando un primer kilómetro con una media del 13% que se hace muy duro.


Los dos kilómetros siguientes suavizan mucho, hasta llegar a Calseca. En el cruce me detengo al oír un trueno fuerte para ver por dónde viene la tormenta. En ese momento llega una chica con su coche y se detiene. La saludo y me la quedo mirando porque entiendo que me va a preguntar algo, hasta que me dice que está esperando a su compañero, al cual espero para preguntar qué tal y comentamos la jugada. Se trata de un cicloturista catalán que también se dedica a coleccionar puertos y que tiene un plan ambicioso para estos días. De hecho, no va a dejar títere con cabeza. Por si le apetece, antes de marchar le invito a la salida del jueves aunque, viendo que los puertos ya los tendrá hechos, no creo que le interese mucho.


Los dos kilómetros finales de esta vertiente vuelven a tensar la subida y la doble cifra ya no va a desaparecer hasta el collado final. Pero eso no me preocupa mucho. Me mosquea más otro trueno enorme que ha sonado sobre mi cabeza.


La pendiente media de estos dos kilómetros es del 13% y 14,5%, respectivamente, yendo de menos a más. Empieza a caer la niebla y ya no se ve la parte final.


A pocos metros de coronar, la nube parece pasar y se limpia todo de repente en la bajada que hay tras el alto de Somo. Pero solo es una ilusión pasajera porque se vuelve a cerrar de golpe, llegando al Collado de la Espina sin ver absolutamente nada.


Inicio el descenso hacia Bustablado con las primeras cuatro gotas. Hay una que me golpea en el gemelo y casi me lo taladra. Los gotones son impresionantes.


Llegando a las herraduras del hayedo se pone a diluviar. Suenan un par de truenos ensordecedores y tengo que bajar andando en los dos tramos más empinados porque no soy capaz de frenar la bici con las llantas tan mojadas. En Bustablado para y eso hace que siga hasta llegar al cruce de Alisas, donde se pone a llover a lo bruto otra vez y me tengo que resguardar bajo un árbol.


Tras un cuarto de hora parado, a salvo del aguacero, parece que amaina un poco y me vuelvo a poner en marcha. Arredondo queda abajo y yo me encamino hacia el puerto de Alisas.


Esta vertiente de Alisas consta de nueve kilómetros pero yo solo tengo que hacer siete. La pendiente se maneja en torno a un 6-7% hasta llegar a los dos kilómetros finales, donde baja un par de puntos.


A pesar del tormentón que acaba de caer, la carretera ya aparece bastante seca y yo también me seco de la misma manera. La temperatura es muy agradable y la humedad no molesta nada.


La vuelta está siendo muy corta pero ya me noto bastante cascado. El parón por culpa de la lluvia no me ha debido venir nada bien y no consigo encontrar un buen ritmo de pedaleo. Además, sigo con molestias en el culo desde hace un par de meses y la postura resulta muy incómoda.


La costa parece más despejada, lo que resulta un alivio para realizar el descenso hacia La Cavada. Entrando ya en la parte final, me detengo por un instante para divisar el trazado que sigue la subida a Los Machucos.


El último kilómetro es al 4% y no supone mucho problema, a pesar de que no lleve piernas. Me acabo de dar cuenta de que todavía no he comido. ¡Ya me vale!


Corono Alisas, desciendo unos metros y me detengo en una de las herraduras para fotografiar la montaña oriental de Cantabria. Toda esta zona es una chulada.


Ya solo me queda descender hasta La Cavada, cruzar la puerta de Carlos III y llegar a Liérganes. Es una ruta corta pero suficiente como para pasar la tarde.


No paran de llegar autobuses, trenes y autocaravanas a la estación de Liérganes y no termino de estar tranquilo, así que decido ir a dormir a la explanada final de las Tetas de Liérganes, donde disfruto de un fenomenal atardecer en total soledad. Mañana, más.

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2 Comentarios

  1. Los Machucos por San Roque yo lo llamo Collado Espina, ¿no? Por cierto, Estranguada por este lado, ¿está aún sin asfaltar?
    Cuando yo subí Espina ya iba tostao, con Lunada, Picón Fraile y Caracol en las patas. Arriba no vi un pijo, niebla total. Antes me equivoqué y me metí 2 kms extras al 10% a cuenta de nada.
    ¿Paras bajo un árbol con tormenta? Cuidadito con los rayos !!!
    Si te duele el trasero por roces, te recomiendo esta pomada: Mitosyl. Es cojonuda. Me la aplico antes de la salida.

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    Respuestas
    1. No era tormenta eléctrica, sin problema.

      La Estranguada está asfaltado por las tres vertientes y Los Machucos es como lo va a llamar La Vuelta este año. Todos los lugareños conocen con ese nombre la subida, al denominarse así la zona de bordas por las que pasa el camino. He preguntado a decenas. Yo tenía las altimetrías hechas con Collado Espina y lo he cambiado por eso. En el Tour lo llamarían col de l´Aiguillon seguramente.

      Lo del culo no era un roce, sino una inflamación tremenda en la zona del isquión derecho. Para las rutas largas llevo una lata de Nivea en el bote de herramientas. Esto era otra cosa: tenía el sillín desplazado hasta l final de los raíles, no me había dado cuenta y me estaba sentando en la punta.

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