Puertos de costa

Ya han pasado nueve días desde que regresé de hacer puertos por Europa y creo que ya va siendo hora de volver a dar pedales. Como hoy es domingo, la playa está mucho más concurrida que entre semana y casi prefiero emigrar durante media tarde.

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Puertos de costa Plentzia 70 km 1550 m+ IR

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Salgo con el último bocado de comida, completamente de corto con manguitos. Apenas son las dos de la tarde y me encuentro con mucho más tráfico del habitual. Hay muchos restaurantes por la zona y el trato de los conductores no tiene nada que ver con el respeto que me encuentro a diario. Parece como si alguno tuviera más prisa de lo normal.


Subiendo Andraka se me va la vista a la curva de Isuskiza, en el meandro del río Butrón. Ayer llegué justo hasta ahí con la piragua y es increíble lo diferente que resulta la perspectiva. Desde las aguas parece que andas metido en una selva.


Corono Andraka y desciendo hasta Mungia, con algo menos de tráfico que en la subida. Bastante culpa tiene el asador que hay en la cima, donde los coches se agolpaban para aparcar.


Tras cruzar Mungia, me desvío por la carretera de  Bermeo, subiendo la tachuelilla de Elordigane con mucho aire de cara. No sé si es el viento o son las piernas pero noto un bajón tremendo comparando con cómo subía los puertos hace tan solo una semana.


La sensación de no ir fino se acrecienta en la subida a Sollube. Menos mal que  no tengo pensado llegar hasta las antenas porque los dos kilómetros al 9% de esta vertiente de Larrauri se me estomagan demasiado. Voy con la comida en la boca y me está repitiendo constantemente.


El final de Sollube por este lado es muy suave, incluyendo alguna pequeña bajada donde paso frío y me tengo que subir los manguitos y abrochar el cortavientos. La temperatura al sol es muy engañosa porque las sombras siguen siendo muy frescas todavía.


Corono Sollube con lo restaurantes repletos y desciendo hacia Bermeo bien tapado y despacito porque entran unas rachas de aire muy molestas.


Sin llegar a entrar en el núcleo urbano, tomo la carretera de Bakio para afrontar la subida a San Pelaio. Por esta parte son algo más de seis kilómetros, dividiendo la subida en dos partes con un buen descanso central.


Por aquí ya no pasa ningún coche y voy mucho más tranquilo, aunque algo cansado para lo poco que llevo. Apenas han sido treinta kilómetros pero ya noto las piernas cansadas.


El final de San Pelaio tiene ese punto de dureza que le da el último kilómetro pero me resulta más llevadero que la parte inicial. Es como si fuera entrando en calor o como si la comida ya no me estuviera saliendo por la boca.


Corono San Pelaio y me da por ir a comprobar cómo sigue la carreterita de bajada a San Juan de Gaztelugatxe. Hace unos meses estuvieron grabando los de 'Juego de Tronos' y es posible que les hayan reasfaltado la pista en la zona en la que estaba más estropeada.


Pero no. Bajo algo así como medio kilómetro hasta que el asfalto desaparece por completo y pasa a ser una pista de grava compactada, imposible para la bici de carretera. Tanto para bajar como para subir te quedas sin tracción en esa pendiente.


De nuevo en la carretera, me toca negociar la subida a Jata por esta vertiente de Bakio. Son más de cuatro kilómetros al 6%, con una parte central donde la doble cifra es constante.


Bakio queda abajo y yo confirmo la mejoría según van pasando los kilómetros. Tal vez tenga mucho que ver que el viento ya no me da de cara, sino ligeramente favorable en muchos tramos.


Tras coronar Jata, el descenso hacia Armintza encierra las dos tachuelas de la central nuclear, tan cortas que el aprovechamiento de la inercia de bajada hacen la mitad de cada una de ellas.


Al llegar a la cala de Armintza decido meterme en el puerto porque nunca lo hago. De hecho, creo que nunca me había metido antes.


Como la carretera pasa por fuera, el puerto queda oculto y, sin embargo, es una maravilla que bien merece una visita. Al igual que en los muelles de Plentzia y Gorliz, hay un montón de pescadores de caña en estos rompeolas.


Ha sido un buen rato por el puerto de Armintza hasta que salgo rumbo a casa, con la subida a Orabille como postre del día.


Apenas son tres kilómetros a un suave 3,5% que sirven para redondear el desnivel de la jornada, superando por poco los 1.500m que son suficientes como para reactivar las piernas.


Corono Orabille y, en vez de tirar directo hacia Plentzia, me meto por Gorliz para salir en el final de la playa y concluir la etapa por el bidegorri, algo que me pensaré en el futuro porque es un coñazo ir sorteando a la gente que va paseando por él en un domingo playero.


Concluyo con setenta kilómetros y bastante más cansado de lo que lo estaba haciendo apenas hace una semana con puertos de muchísima más entidad que estos. Es como si de estar arriba te entrara un bajón tremendo.

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6 Comentarios

  1. Muy dura la subida de San Juan de Gaztelugatxe. La subimos andando en su día y me faltaron piñones, jaja. Te quedas sin tracción si subes gateando. Sentado se puede subir.

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    1. ¿Sigues jugando al CIMA? Aquí tendrías una buena tacada. A ver cuándo te animas y nos hacemos todo esto en bicicleta.

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  2. Sigo jugando. Y tengo muchas ganas de ir a Vizcaya. A ver cuándo surge la oportunidad. Para acompañarme, ¿cuándo te vendría mejor? Supongo que en vacaciones o fines de semana.

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  3. Mi último proyecto es cerrar Castilla La Mancha, con 5 cimas pendientes de Albacete en la zona de Riópar y Alcaraz.

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    1. Toda esa zona la repetí cuando me pasé por Valdemoro. Si necesitas info del estado de los puertos: https://goo.gl/kanOhH
      Hay más etapas que puedes localizar fácilmente siguiendo esa fecha en Cicloturismo 2015.

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