La carrera a pie está yendo inversamente proporcional a los kilómetros que hago en bici. Apenas tengo tiempo para calzarme las zapas y doy por buena una salida por semana. Además, con este frío, tampoco es algo que me importe demasiado.
Salgo por la tarde para aprovechar el solete de después de comer. La temperatura es muy agradable y voy por la playa de rompeolas a rompeolas, llegando a casa con tan solo seis kilómetros. Se está tan a gusto que decido seguir hasta Barrika, llegando a los ocho kilómetros en una sesión que ha ido muy bien para llevar tan poco tiempo corriendo en lo que va de año. Este año me voy a centrar en la bici pero tampoco me gustaría dejar las zapas aparcadas mucho tiempo.
0 Comentarios
PIEATIERRA se reserva el derecho de suprimir, por cualquier razón y sin previo aviso, cualquier comentario que considere inapropiado.