Hoy entro en la última semana de la fase de desarrollo del programa de carrera de Polar, ya que las dos últimas serán de la fase de disminución gradual. Después del maratón de ayer, la incógnita es saber cómo responderán las piernas.
Salgo a media mañana para evitar el fresco y, después de una semana de lluvias incesantes, luce el sol en todo su esplendor. Me toca hacer una hora de carrera y voy hacia el Guggenheim con muy buenas sensaciones. He recuperado perfectamente y no tengo ninguna molestia, prueba de que la preparación va viento en popa. No habré hecho tiradas muy largas pero estoy corriendo cinco días por semana y el acumulado ya es importante.
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