Necesitaba un medio maratón

Solamente me quedan dos meses para el Maratón de Málaga y lo máximo que he hecho en más de cuatro meses de preparación han sido 16km un día que acompañé a Amaia, y de eso ya han pasado casi dos meses. Reconozco que el programa de carrera de Polar me está haciendo correr mucho mejor pero no me veo llegando a Málaga con tan pocos kilómetros, así que me voy a saltar las tiradas largas del programa y las voy a sustituir por tiradas largas de verdad. Para empezar, un medio maratón.



Salgo a media tarde y decido no meter cuestas porque hace tiempo que no hago 21km y es la prioridad. Me voy por el paseo del Campo Volantín y llego hasta Zorrozaurre por el nuevo puente de Frank Gerhy. La preparación me permite correr más rápido y con pulsaciones más bajas pero, a partir del séptimo kilómetro, empiezo a notar las piernas duras. Es la falta de kilómetros. Llevo tanta salidas sin pasar de diez kilómetros que, según me acerco a esa distancia, empiezo a notar la fatiga muscular.

La ida y vuelta hasta Zorrozaurre no me da para el medio maratón y me meto por el paseo de Olabeaga por un rato, acumulando kilómetros. Al llegar a la docena, noto las piernas muy duras pero el ritmo no solo no baja, sino que lo mantengo con bastante facilidad, llegando al puente de San Antón con 16km y muy animado. Para redondear la distancia, me acerco hasta La Peña y doy un par de vueltas por el parque, llegando al medio maratón justo en la puerta de casa, con los tres últimos kilómetros siendo los más rápidos de todos. Analizando los tiempos, he ido de menos a más, acabando muy fuerte pero con la sensación de que me van a doler las piernas durante un par de días. Creo que ha sido un acierto pasar del planning y empezar a hacer distancia. Cada semana pienso subir un poco porque quiero ir a Málaga con la distancia hecha de antes.

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