El caso es que ya estoy mejor y decidimos pasar la mañana en la playa, ya que hace un tiempo maravilloso. Nos vamos a Gorliz y nos ponemos a correr Amaia y yo dando una vuelta entra calles.
Llegamos a Plentzia por la parte alta y, desde la ría, bordeamos la playa hasta regresar a Gorliz por el paseo. Nos salen casi once kilómetros incluyendo un acercamiento hasta el rompeolas.
Espero no haber perdido mucho con este parón involuntario. Me encontraba de maravilla y estaba corriendo a unos ritmos increíbles. Tan solo me notaba algo falto de fuerza en las cuestas y espero haberlo solventado sin perder otras cosas.
0 Comentarios
PIEATIERRA se reserva el derecho de suprimir, por cualquier razón y sin previo aviso, cualquier comentario que considere inapropiado.