Nervión, Cadagua y Barbadún

Mientras las televisiones dicen que hace un tiempo de perros, aquí en Bilbao hace una temperatura casi veraniega. La pena es que sopla aire y es un poco molesto, así que voy a improvisar una salida tirando para donde el viento no moleste demasiado. No es recomendable seguir por un valle y, por tanto, opto por cruzar desde la cuenca del Nervión hasta la del Barbadún, pasando por la del Cadagua.

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Nervión, Cadagua y Barbadún Bilbao 88 km 1650 m+ IR

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Salgo a las cuatro de la tarde sin rumbo fijo. La idea es hacer un par de horas aunque se está tan bien que acabarán siendo alguna más. Empiezo con la subida a Miraflores por cambiar algo el sentido de las últimas salidas.


La bajada hacia Bolueta me descubre un viento frontal muy fuerte y no es plan, con lo que giro 180º hacia La Peña para meterme por Buiagoiti, buscando valles cerrados que se encuentren al abrigo del aire.


Solo son dos kilómetros y medio de subida pero con alguna rampa de doble cifra que sirve para tensar el tema. La vegetación ya es abrumadora para estas fechas.


Corono Buiagoiti y me dejo caer hacia Arrigorriaga con el aire de nuevo de cara. Hay un momento en el que se me pasa por la cabeza dar la vuelta y buscar otra ruta pero, como el viento es lateral del sureste, decido seguir hasta Llodio para hacer un paso de valle del Nervión al Cadagua con aire favorable.


El puerto de Garate consta de cuatro kilómetros pero solo el tercero tiene números interesantes, con una recta larga por encima del 10% que, con el aire favorable, se suaviza bastante.


Corono Garate con unas nubes un tanto feas, como avisando de tormenta. La suerte es que se paran en las montañas de la meseta y no tienen pinta de acercarse a la costa.


Desciendo hacia Sodupe pasando por Okendo. Esta zona es muy tranquila y un placer para la bicicleta. No sé por qué no vengo más por aquí. Tal vez sea porque no me gusta nada la carretera de Llodio que soporta demasiado tráfico pesado careciendo de arcenes.


Llego a Sodupe con la idea previa de regresar a casa siguiendo el curso del río Cadagua. Serían así unos cincuenta kilómetros y ese par de horas que tenía en mente.


Pero se me ha pasado muy rápido y decido estirar un poco la tarde llegando hasta Muskiz. Hay que aprovechar el aire favorable en este sentido transversal.


Desde Sodupe a Güeñes vuelvo a orientarme hacia el sur por unos pocos kilómetros. Las nubes vuelven a hacer acto de presencia aunque no me preocupan lo más mínimo.


Cruzo el Cadagua y enfilo la carretera de Galdames para subir el puerto de Humaran. He comprobado los datos y ya hace cuatro años que no subo este puerto por esta vertiente.


Humaran son otros cuatro kilómetros suaves que rondan siempre el 4-5% hasta que se suaviza más aún en el último kilómetro. Encima llevo aire favorable.


La llegada a la cima del puerto de Humaran siempre es un placer, con esas vistas de la trasera de los Montes de Triano que resulta espectacular, con el Ganeran como cota principal destacando en el perfil de la sierra.


El descenso se interrumpe ligeramente para acceder a Galdames. Tan solo son unos metros antes de seguir la bajada que me dejará en Muskiz por la carretera de Sopuerta.


Una vez en Santelices, solo me queda regresar a casa pero, ahora sí, con el viento en contra. Esto hace que opte por meterme por Peñas Negras y así escapar del aire protegido por sus duras rampas.


Los dos primeros kilómetros y medio de esta subida concentran casi toda la dureza. La media total se queda por encima de la doble cifra, con un kilómetro entero que ronda el 12%.


Llego a la altura de la Vía Verde de los Montes de Hierro, que se encuentra cerrada hasta finales de 2016 por unas obras de acometidas de agua.


Pasado el tercer kilómetro, los porcentajes se van debilitando poco a poco. Los cuatro kilómetros finales se manejan en torno a un 3-4% y son un precioso paseo por estos bosques con vistas al mar.


Llegando al Centro de Interpretación de Peñas Negras, la carretera se despeja y el aire comienza a entrar de cara con algo de fuerza. Ha sido muy acertada la decisión de acceder a Bilbao por aquí y no por el llano.


Desciendo hacia La Arboleda con unas vistas preciosas del Puerto de Bilbao, con el Meaztegi Golf en primer plano. La tarde en la costa es perfecta para estar al aire libre.


Tan solo hago una parada frente al Pozo Ostión, el lago de La Arboleda que ha surgido de las antiguas minas, en desuso desde hace treinta años, bajo las antenas de Argalario.


Desde aquí hasta casa solo me queda volver por Trapagaran y Barakaldo, el camino de vuelta que tantas veces hago cuando subo a Argalario. Así, casi sin querer, me ha salido una buena ruta para haber salido con idea de hacer un par de horas.

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