La vuelta del Tostadero

Seguimos con los planes de preparación para la primavera del año que viene. Sí, para la primavera del año que viene. Amaia quiere tomarse las cosas con calma, si eso puede decirse a llevar ya desnivel superiores a los quinientos metros y rutas de más de quince kilómetros. Con medio año por delante, no sé dónde va a parar esto. Para los números que manejamos todavía no nos merece la pena irnos muy lejos de casa y planeamos una ruta por Barakaldo.

XTREM

CAT 1

CAT 2

CAT 3

CAT 4

La vuelta del Tostadero

Barakaldo

17 km

450 m+

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Diseñamos un recorrido con el objetivo de ir aumentando la distancia. Hoy no importa el desnivel pero nos resulta aburrido salir sin subir algo, así que decidimos meter el Tostadero. Saliendo de Gorostiza, hay que añadir el embalse del Regato para irse a los 17km.

La ruta consiste en hacer un ocho y Amaia escoge hacer primero la parte coñazo: el llano. Después de subir al Tostadero sería demasiado duro hacer este tramo que resulta tan aburrido cuando ya lo has hecho en varias ocasiones. Me resulta un alivio su decisión porque yo prefería también esta opción.

Llevamos media docena de kilómetros cuando volvemos a pasar junto al coche y nos metemos por el parque para ir hacia Cruces, la primera tachuela del día.

La dura rampa del parque de Gorostiza nos lleva a la rotonda del hospital de Cruces. Llevamos siete kilómetros y ya hemos entrado en calor.

Dejamos Cruces por una carretera que va hacia Castrejana, comenzando a bajar al valle del Cadagua. Dejamos el Tostadero a la derecha y alguna indicación de la ermita de Santa Águeda que subiremos por la parte de detrás.

Tenemos unas vistas muy amplias de Zorroza antes de meternos por una estrecha carretera vecinal. Llevamos ocho kilómetros y damos gracias porque el sol no se acaba de decidir. El calor corriendo endurece demasiado.

Llegamos al Cadagua y seguimos el curso del río paralelos a las vías del tren de Balmaseda. Este tramo va a resultar un poco pesado porque ya estamos impacientes por llegar a la subida.

Llegamos al km.11 después de unos cuantos repechos y paramos en la fuente que hay en el inicio de la subida a Santa Águeda para echar un trago antes de empezar a subir. Van a ser tres kilómetros muy duros, con una media del 10%, incluyendo un buen tramo llano después de la ermita.

Apretamos el culo en las pendientes exigentes que tiene esta subida, llegando al 20% en varios momentos. Tenemos el consuelo de que el sufrimiento no va a durar demasiado.

Llegamos a la ermita de Santa Águeda y volvemos a echar un trago de la fuente que hay junto a ella. Resoplamos un poco y para adelante.

Hemos superado la docena de kilómetros y este tramo llano y de bajada hasta el desvío del Tostadero nos sabe a gloria. Sale el sol y con él la temperatura se dispara en un momento.

Empezamos a subir por la pista cementada y vemos a unos metros, en la curva siguiente, cómo un ciclista se pega un ostión impresionante al resbalar sus ruedas con un reguero de agua. Nos preocupamos por él y parece que no tiene nada grave, salvo un golpe del copón en la cadera y rasguños por todas partes. Tras su aprobación diciendo que se encuentra bien, seguimos para arriba esperando no verlo tirado en la bajada.

Las vistas de Barakaldo empiezan a ser impresionantes mientras seguimos subiendo. Hemos sufrido porcentajes tan duros hasta Santa Águeda que éstos, aunque sean de doble cifra, nos parecen de risa.

Nos adelantan varios beteteros más y alguno que otro se nos cruza de bajada. También pasa un 4x4. En medio kilómetro hemos visto más tráfico que en todo el resto de la ruta.

Concluimos la subida en el final del cemento, cuando la pista pasa a ser de tierra, ya cerca de la cima de la montaña. No tenemos calzado adecuado para seguir por tierra y tampoco es nuestro objetivo de hoy, así que nos damos media vuelta

Volvemos a dirigirnos a la zona alta de Cruces, hacia el depósito del Consorcio de Aguas. A pesar de lo nublado que estaba al principio, ha quedado una mañana estupenda.

Apenas nos queda un kilómetro de bajada en picado, por la vertiente directa de Gorostiza, la más dura del Tostadero. Aquí disfrutamos de unas vistas preciosas de la montaña de la zona.

Llegamos al coche con 17km. Amaia solamente quería hacer quince pero siempre nos sale alguno más. Si seguimos sumando poco a poco, a ver dónde nos encontramos allá por el mes de mayo. Miedo me da.