Llevo una semana muy pasiva. Mayo está siendo un poco raro, improvisando muchas marchas de largo recorrido a la espera de meterme en serio en los planes de la bicicleta que, este año, van a ser muy viajeros. Estos momentos de espera, sin nada interesante para hacer, prefiero tomarlos como descanso.
Hoy vuelvo a salir con Amaia, que ya va por un acumulado semanal muy curioso, cercano a cuando empezaba a preparar los maratones. Se ha recuperado muy bien de sus molestias y, poco a poco, empieza a estirar las distancias. No me había dado cuenta pero soy consciente cuando pasamos de los diez kilómetros y nos encaminamos hacia la docena. Me alegra mucho volverla a ver siempre por encima de dos cifras.
0 Comentarios
PIEATIERRA se reserva el derecho de suprimir, por cualquier razón y sin previo aviso, cualquier comentario que considere inapropiado.