Ascensión al Pic du Midi de Bigorre

Llegó el día del último entrenamiento fuerte para la Subida al Veleta. Como es imposible entrenar nada parecido a correr 2.500 metros de desnivel positivo continuo, todo seguido sin descansos, lo más cercano que hemos encontrado es hacer una subida al Pic du Midi de Bigorre desde Luz Saint-Sauveur que son 2.000 metros del tirón en apenas 26km. Para no tener que descender de nuevo esa distancia (que castiga mucho muscularmente y en el Veleta no se baja), decidimos que Amaia la haga del tirón mientras yo voy subiendo el coche a tramos y yendo en su búsqueda para subir el mayor tiempo posible juntos hasta el aparcamiento del Tourmalet.

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Subida al Pic du Midi Luz St.Sauveur 36 km 2000 m+ IR


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Dejo a Amaia al comienzo de la subida en Luz y, antes de que me suba al coche, ya está subiendo. La tía ni se lo ha pensado y se pone en marcha en cuanto tiene los bidones de bebida llenos en la mochila.


Yo salgo pitando con el coche y lo dejo en Barèges. Así tendrá para coger bebida fresca por el camino porque hace un calor tremendo ya a las ocho de la mañana. Voy corriendo para abajo y me la encuentro más arriba de lo que pensaba. Lleva un ritmo muy bueno.


Es increíble ver en este primer tramo los destrozos que tuvo el puerto el año pasado. La carretera es nueva en casi todo el trazado hasta el pueblo, con curvas remodeladas y amplios muros de carga para encauzar de nuevo al río.


En Barèges paramos lo justo como para rellenar los bidones y vuelvo a salir pitando con el coche hasta el desvío de la 'vía Fignon' que será por donde suba ella. De nuevo bajo corriendo a por ella para subir juntos lo máximo posible.


Llevamos medio Tourmalet y no hay ningún síntoma de cansancio. El calor del fondo del valle es mucho más llevadero y viene muy bien tener puntos de avituallamiento líquido fresquito por el camino. La idea de hacerlo así ha sido muy acertada.


Otro rellenado de bidones en SuperBarèges y subo por la carretera nueva a toda leche hasta dejar el coche en la conexión con la antigua carretera, por donde sube Amaia. Bajo a su encuentro y me la topo pasando la curva del museo botánico. Es una pena que muchos ciclistas dejen de subir por la vía tradicional porque empieza a estar sucia la calzada, con bastantes piedras de desprendimientos.


Me la encuentro con una sonrisa de oreja a oreja. Se está acercando a los mil metros de desnivel y va tan 'pichi'. Yo no llevo tan bien el cambio de ritmo de bajar y subir, notando cómo se me cargan los gemelos hasta que los caliento bien subiendo por un tiempo.


En la conexión de vías volvemos a rellenar bidones fríos. Vienen los kilómetros más duros del Tourmalet y empieza a notarse el aire fuerte de la cima. De nuevo me pongo al volante pero con cuidado, ya que el tránsito de ciclistas ya es muy elevado en este tramo final.


Aparco en la explanada del Tourmalet y me lanzo al encuentro de Amaia para subir juntos ya de forma ininterrumpida. Viene muy sonriente, compartiendo mensajes de ánimo entre la multitud de ciclistas que se cruzan subiendo y bajando.


Se nota que hace un par de semanas nos hicimos el Arnostegi y que, lo que se trabaja, ahí queda. Son 19km de subida continua y va muchísimo mejor que en aquella ocasión. Además, el Tourmalet está de un verde que yo no recuerdo haber visto nunca, y eso que este es el puerto que más veces he subido en mi vida.


Hacemos cima en el puerto y cuesta seguir corriendo entre tanto ciclista. Parece ser que hemos coincidido con la Luchon-Baiona y se unen los participantes de esta dura marcha a los ya numerosos ciclistas que soporta este puerto a diario.


Como el asfalto desaparece en el tramo del Pic du Midi, nos cambiamos las zapatillas de running por las de trail, algo que se agradece enormemente. Ambos estamos notando que los pies se nos recalientan más en subida que en llano y nos preocupa para el Veleta, siendo conscientes de que tiene difícil solución. También cogemos los cortavientos por lo que nos podamos encontrar más arriba. Aquí en el Tourmalet ya sopla bastante el aire.


Este tramo es nuevo para mi y disfruto muchísimo corriendo por esta pista. No hay asfalto pero es amplia y muy limpia.


Enseguida empezamos a ver nieve por los laterales, algo que nos preocupaba mucho de salida pero que parece que no será un problema.


La vista del Tourmalet desde arriba es espectacular. Cada vez se va teniendo una perspectiva mejor de los picos del macizo del Néouville que quedaban tapados por los otros más cercanos.


Llegamos a un punto en el que la nieve desborda por los lados y la pista salva porque han entrado máquinas. Volvemos a dudar sobre si podremos subir hasta arriba porque se apreciaba algún nevero grande antes de las antenas.


Llevamos buen ritmo, buena cara, buen ánimo, ... nos estamos acercando al objetivo y se respira cierta emotividad en el ambiente.


Tras pasar la zona de túneles, nos encontramos con un ciclista de montaña que baja y, al saludarnos, nos dice: "¡Vosotros tenéis que ser vascos!", jajajaja. Nos ha visto subir desde abajo y está alucinando. Me ve con la cámara en la mano y se ofrece para sacarnos una foto que casi nunca tenemos una juntos.


Seguimos subiendo y nos vamos encontrando algún nevero más grande pero siempre hay anchura suficiente como para pasar con holgura. Las vistas ya son tremendas.


Ya muy cerca del col de Sencours tenemos visión directa del Pic du Midi. Nos encontramos con cuatro tipos junto a una excavadora, probablemente los que hayan abierto el camino.


Tras un nuevo pasillo de nieve, llegamos al col de Sencours y podemos disfrutar de las vistas hacia el norte, con el telecabina de La Mongie colgado del cable.


Dos ciclistas de montaña nos adelantan en este punto. Yo me veo muy torpe con la BTT y flipo con la técnica que tiene esta peña, siguiendo montados por estrechos corredores por los que nosotros corremos con cuidado de no caer ladera abajo.


La cosa se complica. Apenas nos quedan dos kilómetros para hacer cima y la pista desaparece bajo la nieve. Los ciclistas tienen que claudicar y nosotros tal vez podríamos haber seguido pero no tenemos material para hacerlo. Nos vendrían bien unos bastones de apoyo y el calzado que tenemos es para correr y no para escalar.


Llevamos 1.750 metros de desnivel. Hasta aquí hemos llegado. El objetivo era hacer 2.000 metros ininterrumpidos y no va a ser posible pero Amaia va y me dice: "Yo quiero hacer los 2.000, ¿qué opciones nos quedan?". Lo suyo sería bajar hasta La Mongie y volver a subir al Tourmalet. Así no interrumpimos la etapa y aprovechamos el coche para cambiarnos de nuevo las zapas.


Según bajamos por la pista, nos cruzamos con con un corredor con dorsal, con atuendo de triatleta. Unos metros más abajo, nos cruzamos con otro. Así unos cuantos que vuelven a bajar por detrás de nosotros. Acabamos de conocer la razón de que estuvieran los cuatro tipos. En el Tourmalet hay un reloj de meta y van entrando los participantes de un duatlón de montaña que aúna la subida en bicicleta al Tourmalet y la carrera hasta poco antes de Sencours. Sin esta prueba ... tal vez no podríamos haber llegado tan arriba.


Nos cambiamos las zapatillas y bajamos hacia La Mongie, hasta el cartel de tres kilómetros. Se ha levantado un viento muy fuerte y se ven estampas tremendas de ciclistas que sufren las rampas finales de la vertiente de Campan.


Hay ráfagas de viento que apenas nos permiten avanzar, hasta el punto de tener que darnos la vuelta para que el aire no nos de en la cara. Algunos ciclistas suben andando y podemos ver al coche escoba de una de las pruebas achuchando a la última participante.


Llegamos al Tourmalet con los dos mil metros de desnivel positivo acumulado rebasados ampliamente. Hay gente que nos ha visto corriendo casi desde el principio y que nos aplaude al llegar. Extraño un poco no tener la bicicleta bajo el culo pero me lo he pasado de maravilla.


Subir al Pic du Midi corriendo, aunque no hallamos podido llegar hasta arriba, ha sido una de las cosas más guapas que he hecho. Analizando la situación, incluso hemos tenido suerte, ya que la presencia de la nieve hacía más bonito todo. Aún así, volveremos, aunque subiendo por Campan para no repetir.

Amaia ya tiene el récord de desnivel en los 2.000 metros y eso va a hacer que afronte los 2.500 metros del Veleta con más tranquilidad, que era el objetivo. Está preparada de sobra y es una máquina porque no para de correr, llevando un ritmo constante al que ya le ha cogido el punto. La Subida al Veleta nos espera. ¡Allá vamos!

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5 Comentarios

  1. Nunca se me hubiese ocurrido subir hasta allí corriendo...¡tiene que ser durísimo!
    Por curiosidad, ¿cuánto tiempo se puede durar la ascensión? y ¿hicisteis alguna pequeña parada durante la misma?
    P.D. Supongo (porque no tengo ni idea) que la subida al Veleta no será mucho más dura...
    Un saludo crack.

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    1. La dureza siempre es relativa. Es como todo, requiere entrenamiento, jejeje

      Acabo de poner los textos y ahora ya se puede ver el plan que hicimos. El objetivo era lograr los dos mil metros en carrera continuada de subida para acercarnos lo máximo posible a lo que será el Veleta, donde intentaremos no parar nunca. Para tener bebidas frescas, yo me adelantaba con el coche. Amaia solo paraba para rellenar bidones en Bareges, en SuperBareges, en empalme ambas vías y en Tourmalet, donde también hicimos cambio de zapatillas y comer un sandwich.

      El tiempo depende del nivel claro, pero alguien que corra habitualmente y esté acostumbrado a hacerlo en pendiente andará entre tres o cuatro horas. En el Veleta (menos del doble de distancia) la media ronda las seis horas, pero es más tendido. En el Tourmalet el porcentaje continuado va castigando, como con la bici, jajaja.

      Si no has probado a correr en puertos, ..., yo ya llevo unos cuantos que ya tenía en bici hechos así y tiene su punto. La putada es que también hay que darle para bajar.

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    2. Añado la clasificación del Veleta 2013 para que veas los tiempos que hace la gente:

      http://www.subidaveleta.com.es/Clasificaciones%202013.pdf

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  2. Es muy duro, pero es muy gratificante...que dijeras que era lo mas guapo que has hecho nunca...pues me sorprendió y me gustó.....me lo pase genial!!!! una pena no poder terminarlo...pero como ya dije la nieve tenia su puntazo!!!!!....un gran día sin duda que una semana después hecho de menos!!!!!
    Gracias por ahorrarme mucha bajada...porque así no he tenido agujetas.... jajajajajaja

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    1. Es que ver el Tourmalet ahí abajo, con lo que significa para mi y lo mucho que he sufrido en sus rampas, fue muy emocionante. ;-)

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