El año pasado no pudimos participar pero este volvemos a la carga con la carrera mixta. Solo son cinco kilómetros pero nos traen muy buenos recuerdos. Y además es en casa, y gratis, algo que hay que tener muy en cuenta cuando quien lo organiza es la banda de BHM.
Ander nos acompaña para hacer de animador, de fotógrafo y, sobre todo, de guardarropa. Cualquiera les deja una chupa a estos super organizados de las tres letras. Son capaces de devolverte unas bragas de vieja a cambio.
El paseo de Uribitarte está en obras, así que tenemos que patear un poco más porque el tinglado lo tienen montado junto al palacio de Euskalduna.
Recogemos las camisetas y los dorsales unos minutos antes de la salida. Ander se acomoda en línea de salida y meta. Como en las ocasiones anteriores, el ambiente es muy juvenil, con muchas parejas de universitarios que corren en busca de sus créditos.
Nos colocamos los últimos y tomamos la salida a un ritmo muy suave. No parecía, pero enseguida vemos que hay más gente que otras veces y que parece estar algo más preparada.
En cuanto la carrera se estira y hay más espacio, vamos aligerando el ritmo. Al paso por contrameta, cuando llevamos un kilómetro y medio, son solo un par de personas las que se han quedado caminando. En años anteriores, el primer kilómetro ya era un pequeño circo, aunque también hay que tener en cuenta que nosotros no estábamos tampoco muy lejos. La mejoría que hemos tenido es bestial.
Siempre de menos a más, vamos haciendo los cinco kilómetros de la prueba. Solo vemos a un par de cenutrios que van tirando de la chica y a alguna otra que lo manda a paseo sin cortarse un pelo. Esta carrera es unas risas, desde luego.
Mientras entramos en meta, los chavales de los relevos que se hacen después ya están por ahí calentando. La distancia para nosotros se nos hace algo corta, pero bueno, está bien correr algo menos y apretando más así de vez en cuando.
Llega la hora del avituallamiento final. Hay trozos de cruasanes y de bizcocho. Cojo uno de los primeros y cuando tengo un trozo de bizcocho en la mano me dice la vieja que solo es un trozo por persona pero que no importa, que ya que lo tengo en la mano. ¡No, por Dios! Todavía nos deben la bolsa de corredor de la Las Arenas - Bilbao y no voy a ser yo quien deje sin comida a uno de los últimos que lleguen, así que lo vuelvo a dejar en su sitio. Que no se preocupen porque Amaia y yo jamás cogeremos nada de esta organización pagando y, cuando sea gratis, solo lo justo.
Pues nada, hasta el año que viene si se puede. Mientras, nos iremos dejando los euros en otras historias.
0 Comentarios
PIEATIERRA se reserva el derecho de suprimir, por cualquier razón y sin previo aviso, cualquier comentario que considere inapropiado.