Circular de Irati

Como la etapa va a superar por poco los 140km, tampoco me da por madrugar demasiado, así que a eso de las 08:00 de la mañana estoy dispuesto para salir desde la Colegiata de Roncesvalles. Coincido con un montón de peregrinos catalanes que inician "El Camino de Santiago" aprovechando que lo pueden estirar con las vacaciones de semana santa de finales de mes. En la señal de 790km me cargo con un montón de cámaras de fotos para que ninguno se pierda la buena de todo el grupo.




En unos pocos kilómetros de descenso, después de pasar Burguete, tomo la carretera que pasa de valle con dirección al Roncal. Garralda y Aribe, donde se cruza el río Irati, son las primeras localidades de paso.



Poco a poco, se empieza el ascenso a la primera cota puntuable de la jornada: el alto de Remendia, a donde se llega tras coronar primero un collado al paso por Abaurregaina.




Pendientes suaves en todo momento para alcanzar la cima de esta tachuela.



Las vistas que van quedando atrás del valle de Aezkoa me entretienen mucho en este tramo.



Antes de acometer la parte más intensa de la subida, dejo a la izquierda los desvíos que van hacia el embalse de Irabia e Hiriberri. Me habría gustado planificar la etapa por el Paso Tapla pero esa zona, por lo que se aprecia en las vistas del satélite, creo que sigue sin asfaltar.



Van quedando pequeñas localidades atrás. Ahora le toca el turno a Garaioa, justo antes de dar de lleno con las dos Abaurreas, la baja y la alta.




Va avanzando la jornada y el sol, que hasta aquí aún se encontraba bajo y no me daba de lleno, empieza a asomar para quedarse.




Abaurrea Baja queda atrás, escondida entre los verdes pastos de la zona.





Y Abaurrea Alta me recibe con alguna que otra nave ganadera.




Han sido varios kilómetros de subida continuada pero con unos números muy flojitos.





Tras pasar Abaurrea Alta, un poquito más adelante, está la cima del alto de Remendia. Desde aquí, por primera vez, destacan los altos nevados del meollo central del Pirineo.




Continúo la marcha con la ilusión de quien va a darse de bruces con los primeros colosos pirenaicos de más de 2.000 metros. Jaurrieta es la siguiente amalgama de casas que me encuentro.



Y en Escároz me desvío hacia el norte, siguiendo la carretera de Ochagavía remontando el río Salazar.



Poco movimiento de gente en Ochagavía, no se ve a ni cristo. Sin parar para nada, sigo hacia el puerto de Larrau, aunque con las indicaciones en los primeros kilómetros del portillo de Lazar.




Tras esos ocho kilómetros comunes, que ni son puerto ni son nada, inicio la subida al puerto de Larrau con la incógnita de su estado en los últimos kilómetros, ya que al inicio se encuentra la señal de puerto cerrado.




Si hay un puerto que no engaña es este. En sus 10km hasta el túnel nos movemos en un constante 6´5%. No hay una rampa mayor que otra, ni un momento de descanso. Desde el cruce hasta el túnel todo es igual.




Se ve la parte superior y la nieve parece muy residual. Me extraña que pueda estar cerrado el puerto como indica en el cartel del paso canadiense.




Llego al bareto del refugio que hay a tres kilómetros de coronar y la carretera está cortada con unas barreras. Aprovecho para tomar una cocacola y para preguntar si saben el estado del puerto. El chico me dice que no tendré mayor problema en un par de kilómetros pero que puede que tenga que pasar algún tramo andando.



Para allá que me voy después de un rato de entretenida charla. Hay un par de coches detenidos en la barrera y algún mendizale pateando puerto para arriba.




Hasta la caseta de la curva, hasta donde me han dicho, ni rastro de nieve.




Pero al dar la curva, al entrar en la zona sombría, la nieve hace acto de presencia. Solo tengo que pasar andando en un tramo en el que la nieve ocupa toda la calzada y un pedrusco enorme se encuentra en medio de la carretera.





Ya con el túnel a la vista, se aprecia que está bloqueado, aunque no parece que vaya a suponer mayor problema pasar andando por encima de la nieve.





Al otro lado del túnel no hay nieve ninguna y puedo coronar el puerto de Larrau, unos metros más allá, sin ningún problema.




Las vistas del lado francés me revelan un paisaje muy seco. Me sorprende mucho encontrármelo así.



Tan solo una curva está repleta de nieve. Me tengo que bajar de la bici y, de lo blandita que está, se me mete la zanca hasta el tobillo.



Al collado de Erroymendi llego con la única distracción de ir vigilando el incendio que hay montado en la ladera para ir quemando rastrojos. Por lo que se ve, al igual que en Cantabria, a los pastores de la zona les da por usar esta técnica para regenerar los pastos.




Se inicia el fuerte descenso debido a los números que tiene la vertiente norte y observo la subida al col de Bagargi, también llamado col de Irati, en la ladera de enfrente. En un ratillo me estaré peleando con kilómetros enteros bastante por encima del 10%.



El inicio en Larrau me lleva por un suave descenso a orillas del río. El hayedo se mantiene pelado por estas fechas y, poco a poco, se inicia la ascensión.



Tres kilómetros de aproximación al 6-7% sirven para ir preparando el terreno para lo que viene a continuación: uno de los puertos de carretera más duros de todo el Pirineo.




Ya en faena, con el objetivo muy claro allí en las alturas, empiezan los kilómetros por encima del 10%.




Los carteles típicos de la zona van avisando de lo que viene. Uno al 12%, otro al 13%, otro al 12´5%, ..., y así hasta arriba. Tan solo el último kilómetro de la ascensión ofrece un respiro antes de llegar a los chalets de Irati.




Para más dureza, si cabe, el viento sopla fuertemente. Por suerte, el zigzagueo del trazado sobre la ladera hace que a una rampa peleando contra el aire le siga otra con éste de culo y empujando más que la cadena accionada por los pedales.




Las vistas que van quedando atrás son estupendas y bien valen una parada para tomar aire.



Pero todavía hay que luchar mucho más por pendientes de doble cifra.



La bifurcación de la carretera, para rodear una zona vallada para el ganado, ofrece un ligero descanso. Ya se huele la cima de este magnífico col de Bagargi.






Pero aún hay que dar muchos pedales. ¡Qué largo puede llegar a hacerse un puerto con estos números! Apenas son 9km de ascensión y parecen interminables.





Tan solo el último kilómetro suaviza un poco al llegar al col de Organbideska pero la última rampa al 12% antes de coronar sirve para que no te olvides de lo que ha supuesto la ascensión al col de Bagargi.




Por fin, se llega a la zona de los chalets de Irati. A pesar de haber subido aquí en innumerables ocasiones, es la primera vez que accedo por esta vertiente. Sin lugar a dudas, se trata de un puertazo se suba por donde se suba, bien por el col de Burdinkurutzeta, bien desde Errozate o Arthaburu, o bien desde Larrau. Uno de los mayores paraísos que conozco para los cazapuertos.



Unos kilómetros de descenso me llevan al oasis de Iratiko Etxola, donde me apetece tomar una cocacola fresquita. Pero no puedo, ya que el bareto se encuentra cerrado. Me llama muchísimo la atención la escasez de agua de la laguna. Ya en el descenso de Bagargi me chocó mucho encontrar abierta la trampilla del pequeño embalse que hay junto a las cabañas de la zona de recreo.



Los dos kilómetros de subida hasta el col de Burdinkurutzeta son una puñeta en este sentido de la marcha. Al revés, se agradecen siempre, pero así, como que no.





Las vistas del valle de Mendibe son siempre espectaculares. El trazado de este puerto es una gozada para el descenso.





Me he quedado con las ganas en Irati y en Lekumberri no me lo pienso. Entro en el bar del frontón para degustar una rica cocacola francesa que, será cuestión de las embotelladoras, les dan mil vueltas a las nuestras.



Ya en Donibane Garazi, toca avituallarse en el Carrefour de la entrada. La etapa está siendo durilla y aún no he comido nada. Unos plátanos, un poco de chocolate y, sobre todo, mucha bebida para lo que me queda de jornada. Aún me queda la larga subida al puerto de Ibañeta.





Abandono la capital de la Baja Navarra en dirección a Arnegi siguiendo el valle de Valcarlos. Las indicaciones del Camino de Santiago son numerosas aunque, los sufridos caminantes, suelen escoger la ruta montañera a través del paralelo col de Arnostegui.



No se trata de un puerto excesivamente duro, siempre con pendientes que oscilan entre el 5% y el 6% como mucho, pero el calor sofocante de este valle empieza a hacer algo de mella.




En pleno desfiladero de Roncesvalles, sin el parasol que supone la profundidad del valle, el calor me obliga a parar un par de veces para beber abundantemente. A falta de media docena de kilómetros para coronar el puerto de Ibañeta me quedo sin bebida y eso que, como preveía en Donibane Garazi, subía cargadito de líquido.



Se hace duro subir un puerto con tanto calor en estas fechas, que aún no estamos acostumbrados. Por suerte, la pendiente va cada vez a menos a medida que se acerca la cima del puerto.




Con la visión de Ortzanzurieta en los dos últimos kilómetros, y gracias a las herraduras de la parte final, se me hace más entretenida la llegada. Tan solo el paso de unos cuantos moteros me incomoda en este tramo.




18km de subida después, corono el puerto de Ibañeta. Las señales para el peregrino son frecuentes en este puerto emblemático del Camino de Santiago francés. De hecho, la ermita de El Salvador adorna la cima para alegría de los sufridos feligreses.




Antes de asomarme al mirador del valle de Valcarlos, dejo a un lado la pista que sube al alto de Ortzanzurieta. Se ve que cada vez está más estropeado el piso, con mucha gravilla suelta y algún que otro socavón ya desde el inicio.





Desciendo hasta Roncesvalles durante un par de kilómetros. Voy a dormir en la gasolinera de Burguete, donde tengo señal de TV, pero antes entro en el pequeño supermercado que hay frente a la comandancia de la Guardia Civil para coger bien de bebida para la noche. A pesar de que hay anunciadas tormentas, espero un calor tremendo.

Desafortunadamente, las previsiones son exactas y amanece lloviendo fuertemente en la zona. A eso de las 07:00 de la mañana cae una buena granizada que me hace desistir de quedarme otra jornada. ¡Ya volveré!

Safe Creative #1007090003507

0 Comentarios